Por: Obed Campos
¿El chirrión por el palito? Si no fuera trágico, sería cómico, el verle la cara al presidente López Obrador probando una sopa de su propio chocolate, cuando fue impedido de encabezar su mañanera a las afueras de la VII Región Militar en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Él, que incendió pozos petroleros, que paralizó Paseo de la Reforma y que nunca midió consecuencias en sus protestas, ahora se sintió agraviado al ser retenido esta mañana por maestros de la CNTE, normalistas, trabajadores de la salud despedidos y familiares de presos, quienes exigen solución a sus demandas cuando arribaba a las instalaciones militares.
Como dice el corrido, quedó pendiente una boda, pero la mañanera, me dicen, siguió su cauce, sin López, quien no pudo ocultar su molestia mientras esperaba sentado en la Suburban blindada a las puertas de los cuarteles.
“Decidí quedarme aquí y no voy a entrar por la fuerza… no son muchos, pero es como una protesta de mi parte y estos grupos no se excedan y respeten porque esto que hacen es indebido”, espetó el tabasqueño quien advirtió que no se someterá a ningún grupo de interés creado.
Y agregó: “No puedo someterme a chantajes de nadie, yo no establezco relaciones de complicidad, mafiosa, les estamos ofreciendo (a los maestros) diálogo con la titular de la SEP, pero ellos no quieren y aquí me quedo el tiempo que sea necesario…”
Ya ves que no es lo mismo, amar que ser amado…
Y los que sabemos poquito de seguridad preguntamos ¿dónde carajos queda la inteligencia y el acopio de información?
Estas herramientas se usan para prevenir que vergonzantes y arriesgados capítulos no pasen.
Es decir, para que la balada no se convierta en amargo canto de despecho…
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