Por José Jaime Ruiz
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@ruizjosejaime
En la destrucción de la vida pública de Nuevo León encontramos personajes, el gobernador electo de Nuevo León, Samuel Alejandro García Sepúlveda, Zeferino Salgado, Chefo, alcalde aún de San Nicolás (hace tiempo dejo de ser de los Garza) y Francisco Paco Cienfuegos.
¿Cómo puede Samuel Alejandro reconstruir Nuevo León sin los intereses definitivos del dueto Chefo-Paco? Habitados en el Legislativo, con los diputados obtenidos, y en el Poder Judicial, manteniendo a Raúl Gracia y a su extensión, Arturo Salinas, no habrá política de negociación.
Samuel Alejandro no está hecho para ser un gobernador sometido. Rodrigo Medina de la Cruz, un apocado sin ideas políticas ni administrativas, se sometió a los designios de las eyaculaciones de su padre, quien manejaba la Tesorería. El cambio, si no es real, no existe.
El Bronco ni siquiera llega a ser un personaje de “El Libro Vaquero”. Arrogante y estúpido, Jaime Rodríguez Calderón se enriqueció y empobreció a las comunidades. Entre los sexenios de Rodrigo y el Bronco, se dan en la mala madre.
Si hay negociación, es oscura. ¿Qué le saben Raúl Gracia, Francisco Cienfuegos, Zeferino Salgado a Samuel Alejandro? ¿Cuáles son los pecados que Samuel Alejandro no ha dicho de Paco y Chefo? ¿Están tan metidos en mierda que esperan que la mierda no flote?
Desde hace años el ejercicio de la vida pública en Nuevo León está en entredicho. El imbécil del Bronco contaminó todo, sus aventuras librovaqueras jodieron la vida pública del estado. Nadie ganó, tal vez algunas empresas, pero en sentido público, todos perdimos.
¿Hacia dónde vamos? La intensidad de la vida en redes sociales de Samuel Alejandro no basta. Habitar la percepción no es habitar la realidad. La única realidad es que lo están jodiendo. Y no se trata del Tribunal Federal ni del INE, se trata de que impiden que gobierne.
Samuel Alejandro tendrá que ver los cotos de poder que en el poder existen. No creo que deba destruir la arquitectura de poder de la Universidad, pero sí tendrá que deconstruir a los partidos políticos en Nuevo León.
¿Es negativo?
Obvio. La vida pública deja de ser vida pública. Cuando Samuel Alejandro pasa de la piernas de Mariana a presentar lo que sucede en la transición, es agradecible. Es mejor la carne pública que la carne privada. Enseñar lo que sucede en la administración y no lo que sucede en Instragram.
¿Cómo gobernar?
Si Samuel Alejandro se somete a Chefo Salgado y a Paco Cienfuegos, no habrá gobernabilidad en Nuevo León. Las colas fiscales en contra de Chefo y de Paco siguen vigentes. Si Samuel Alejandro quiere estirarlas… Siguen. Ahí está Julio Scherer para ayudar. Si se va más allá de Olga Sánchez Cordero.
La positividad es imposible viniendo de un gobierno del desastre. El Bronco dejó hecho un desmadre en Nuevo León. ¿Qué sigue? La tibieza de rescate es loable, pero fútil: vacunar en la frontera, acabar con la maleza en escuelas. So?
Se trata de poder. ¿Quién ejerce poder? ¿Samuel, Chefo, Gracia, Cienfuegos? Se trata de ciudadanía. ¿A quiénes nos favorece que se mantenga la hegemonía PRIAN? ¿Llegaría un cambio con Samuel Alejandro? En su conjunción, ¿existe diferencia? En su disyunción, ¿hay acuerdos?
En la evidencia del rostro: diferentes caras, mismos tipos. Hasta que las nuevas iniciativas los separen. Samuel Alejandro García Sepúlveda, Zeferino Chefo, Paco Cienfuegos, Raúl Gracia, ¿qué con ustedes? Tal vez el reacomodo, sentirse seguros maniatando la vida pública de Nuevo León para sus intereses privados. Otra vez el enriquecimiento.