De acuerdo con la familia de Ana, un día antes de su desaparición fue vacunada contra el Covid-19 y le comentó a su papá que se sentía mal y que vería a un tal Roberto
Los cuerpos de Ana María Sierra y su hija Estrella de ocho años se localizaron tras más de cuatro meses de búsqueda.
Ambas fueron sustraídas de su propia casa en Valle de Aragón en Ecatepec, Estado de México.
De acuerdo con la familia de Ana, un día antes de su desaparición la maestra recibió la vacuna contra el Covid-19 y le comentó a su papá que se sentía mal y que vería a un tal Roberto.
Al día siguiente la maestra no se presentó a clases y tras varios días de intentar comunicarse con ella sin éxito, su padre, Jorge acudió a su casa pero no estaba.
“ENTRÉ Y ME DOY CUENTA DE QUE NO ESTÁ, NO HAY PANTALLAS, LAPTOPS, Y DIJE ‘ESTÁ DESMAYADA O LA TIENEN AMARRADA’. SUBÍ Y NO ENCONTRÉ NADA, NI A ELLAS NI UN COLCHÓN Y SE ME HIZO EXTRAÑO”, SEÑALÓ JORGE.
Según uno de los vecinos, el martes 18 de mayo alrededor de las 6 horas vio salir de la calle la camioneta de Ana con un colchón en el toldo.
De acuerdo con familiares y amigos de Ana, el sospechoso es Roberto quien supuestamente es funcionario de la Policía Federal y acudió a la misma secundaria que Ana.
La Fiscalía General de la República (FGR) contactó a la familia para confirmar el hallazgo de Ana y su hija.
Ahora, la FGR continuará con la línea de investigación para que otorguen la debida resolución.