Desde que se produjo una estampida humana en uno de los conciertos de Travis Scott, en la que perdieron la vida una decena de personas y cientos resultaron heridas, no ha parado de debatirse cuál es el alcance de la responsabilidad del rapero en toda esta tragedia.
El músico de 30 años se enfrenta a múltiples demandas por lo ocurrido y ahora dos de los guardias de seguridad del evento, Samuel y Jackson Bush, han emprendido acciones legales en su contra y le reclaman un millón de dólares alegando que han quedado permanentemente marcados por lo que presenciaron en Houston, Texas, el pasado 5 de noviembre.
Jackson sostiene que vio a varias personas que estaban inconscientes recibiendo reanimación cardiopulmonar y que sacó un cuerpo de la multitud mientras miles de fans se dirigían hacia el escenario.
Las demandas
Según muestran los documentos obtenidos por TMZ, la pareja -que fue contratada para trabajar en el festival por medio de AJ Melino and Associates- afirma que 50.000 personas habían comprado entradas, pero que finalmente el número de asistentes resultó ser mucho mayor, lo que puso en peligro a todos los presentes.
También quieren que la productora de eventos Live Nation, AJ Melino y el sello discográfico de Travis, Cactus Jack Records, entre otros, respondan por lo ocurrido.
La semana pasada se presentó otra demanda de 2.000 millones de dólares en nombre de 280 de los asistentes al concierto, mientras que muchos otros fans han interpuesto las suyas por su propia cuenta.
Los representantes de Travis no han dejado de repetir que él estaba actuando cuando se produjo la estampida y que no se percató de que estuviera pasando nada raro entre la multitud. De hecho, no descubrió el alcance real de lo que había sucedido hasta el día siguiente.