Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto,
cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia
entre los que creen y los que disfrutan”
Friedrich Nietzsche
Los Diputados del Congreso de Nuevo León han programado para este 3 de diciembre sesiones de las cinco comisiones de Hacienda Municipal para analizar, con Tesoreros y representantes de Juntas Catastrales de 13 municipios, las solicitudes de actualización de los valores catastrales y su impacto en el Impuesto Predial.
Decisión difícil la que pesa sobre los hombros de los legisladores que tendrán que valorar los argumentos que presenten los tesoreros y el sustento que soporta la petición de actualizar los valores catastrales, mismos que determinan el monto del Impuesto Predial que anualmente pagan los dueños de propiedades.
Y es que con todo y que el Predial es la fuente de ingresos propios más grande que tienen los Municipios, lo cierto es que son pocos los Alcaldes que se atreven a incrementarlo, pensando más en su imagen pública que en las necesidades de cada población.
A lo anterior sume que existe poca conciencia ciudadana para cumplir con una obligación como es el contribuir con el pago de los gastos inherentes al desarrollo mantenimiento del lugar en que se vive, además de que los esfuerzos de las autoridades locales para cobrarlo son mínimos, dado que por ese mismo cuidado en su imagen no quieren ser percibidos como “cobrones”.
Por ello es que de siempre se pueden ver, en todos los municipios coburbados, a principio, mitad y final de cada año agresivas promociones en las que se anuncian descuentos en multas, actualizaciones y recargos hasta del 100 por ciento y en enero descuentos, regalos y rifas para los más cumplidos.
Seamos honestos, las ciudades crecen y con ello la demanda de más y mejores servicios. Todo el mundo se queja de las calidades del pavimento, incluidos los que no cumplen con el pago de su predial; si el camión de la basura no pasa ponen el grito en el cielo y protestan y exigen mayor seguridad, mejores policías, más equipados, pero sin aportar un solo centavo a las arcas del Municipio y así resulta difícil poder sostener la fuerte carga económica que implica el funcionamiento de una ciudad.
Somos extraños, porque tan pronto cruzamos el puente para ir a los Estados Unidos y allá nos comportamos como seres civilizados, respetamos los reglamentos de tránsito y no somos capaces de tirar basura en la calle. Admiramos de nuestros vecinos del norte la calidad de sus calles y avenidas, el alumbrado, su organización, pero no nos detenemos a pensar en cuánto es lo que allá se paga de Predial.
En promedio, en los Estados Unidos cada año los dueños de propiedades pagan 2 mil 300 dólares por ese impuesto y en algunos casos se paga también un impuesto por la renta; en Texas no existe este último gravamen, pero el promedio de pago es de 3 mil 500 dólares.
En nuestra metrópoli el Predial, así sea el de las lujosas residencias en San Pedro, no llega a tanto, pero aquí no lo pagamos, aquí tiramos basura en las calles, misma que provoca que se tapen alcantarillas lo que genera baches en las calles, además del riesgo de inundaciones e incidentes viales que ponen en riesgo vidas humanas.
Ojalá que nuestros Diputados actúen con un buen criterio y permitan ajustar los valores catastrales en un rango aceptable, a fin de que los Municipios tengan mayor capacidad de acción, pero también ojalá que del lado de los ciudadanos tomemos conciencia de la importancia y responsabilidad que tenemos de apoyar al lugar en que vivimos.
ftijerin@rtvnews.com