Por Francisco Villarreal
Me ha divertido muchísimo la señora que habla en lengua extraterrestre… ¿glosolalia o xenoglosia? No la desmiento. Yo supongo que en el inmenso universo debe haber mundos con vida inteligente o tonta (como el nuestro), y que los chasquidos que emite la mujer deben tener sentido en alguno. Nos vamos a quedar con la duda, porque no hay manera de saber si lo que dice decir es coherente con algún lenguaje, sea de gorjeos o de vibraciones etéreas… El “¡Tekeli-li!” de Mr. A. G. Pym era más coherente. Mientras no tengamos una piedra rosetta para esto, tendremos que confiar en su palabra, o divertirnos a sus costas. En lo personal, así sea un mensaje urgente de los anunnakis, o la receta de tacos típicos de la constelación de Orión, el tono de voz de la señora me resulta irritante. Prefiero que no me imprima sus códigos galácticos en mi ADN. Me gusta así como está. Cuantimenos que me abra chips, portales dimensionales, y nada.
En uno de sus viajes, al célebre Ijon Tichy le hubiera sentado de maravillas la asistencia de la señora políglota. Como en aquella ocasión cuando asistió a una cumbre planetaria intergaláctica; Tichy intentó meter una moneda y sacar un refresco del metálico cuerpo del vicepresidente de la delegación de Tarracania. Su misión diplomática fracasó; Tichy no fue el mejor delegado para representar al planeta Tierra. Esta deficiencia a la hora de seleccionar desde mandatarios y diplomáticos, hasta funcionarios y jueces de barrio, sí que está en el ADN humano. Si bien lo padecemos del diario, se nota más cuando juntamos a estas eminencias en esas ceremonias hueras que llamamos presuntuosamente “cumbres”.
La reciente IX Cumbre de las Américas es un botón de muestra. Estas cumbres, donde subyace una intención de subordinación política y/o económica, no han reunido a todos los países americanos. Hubo casos vergonzosos, como el de Lima, donde por obvia presión de Estados Unidos y de la OEA (que es lo mismo), se desinvitó a Venezuela, pero se aceptó a la Venezuela que inventó Estados Unidos. Si aquella fue pena ajena, la Cumbre Extraordinaria de Monterrey fue una vergüenza muy nuestra, cuando Fox mostró su minúscula estatura como mandatario corriendo a Fidel Castro (“Comes y te vas”), y todo para no incomodar a George Bush. En cualquiera de esas cumbres encontramos que hay países, sobre todo Estados Unidos, que determinan a placer el derecho de admisión. El que fue más activo promotor de dictaduras en Latinoamérica, ahora las repudia y las excluye. En la IX Cumbre se siguió condicionando el diálogo entre países seleccionando al interlocutor que acomode a Washington.
Si el gobernador García pretendió lustrarse la imagen en esa Cumbre, podría funcionar para los ingenuos (tontos, diría yo), pero la única “cumbre” que le reconocerían los nuevoleoneses es la que presida él desde nuestro Palacio de Gobierno. Tal vez, en otras circunstancias, nos hubiera complacido que le nombraran presidente de un club de gobernadores desconstantinopolicarbonizadores (nuevo Nuevo León no es hoy el mejor ejemplo). La verdad no entiendo de qué es presidente, ni sé a quiénes preside. El R20 es un organismo de alcance mundial. Que yo sepa don Magnus Berntsson sigue siendo el presidente, y la dirección para Latinoamérica es de un empresario gringo. No entiendo entonces qué tienen que ver el R20, la conferencia de gobernadores ecologistas, y la IX Cumbre. La pomposa muletilla de “en el marco de la IX Cumbre de las Américas”, vale para muchas cosas. Por ejemplo, en el marco de la IX Cumbre de las Américas, se divulgó (AP) que la empresa Huy Fong Inc., había informado a sus clientes que suspendería temporalmente la venta de salsa Sriracha debido a la escasez de chiles. No es mentira, pero no es rigurosamente cierto. Falta ver cómo llegará el gobernador García a la Conferencia de las Partes, si como verdugo o como mártir de la contaminación. O si estará como invitado o nada más “en el marco de”.
Tampoco le queda mucho el papel de sheriff, el azote de los huachicoleros del agua. Mientras el abasto regulado sea tan irregular en las casas y los comercios, de muy poco le servirá el placeo. Parece que no quiere intervenir, ni exigir a CONAGUA la revisión de las voluminosas concesiones a empresas y particulares; algo que de veras aliviaría un poco mejor la sed de la gente. Tampoco le favorece mucho la nueva estrategia de seguridad anunciada por el mismo Secretario de Seguridad que dejó que el obituario cotidiano ya ni siquiera nos sorprenda. En donde sí es posible que se anote unos cuantos puntos a favor es en su cruzada política contra la corrupción en los partidos y administraciones públicas… de otros partidos. El caso del Bronco se domicilió nada más, ¡cuidado con darle carpetazo! Y su pleito casado y cazado con los panistas, aunque sea un plan con maña, beneficia más a la higiene política local y al propio partido Acción Nacional en Nuevo León. Donde es mejor no menear la olla es en el PRI, porque tal vez esté padeciendo un descrédito nacional por culpa de Alito y sus alitas electorales rotas, pero en el estado hay líderes más sensatos, que se mantienen aferrados, honesta o mentidamente, al único poder verdadero en una democracia: el pueblo. Porque el PRI no se recuperará de los estragos del secuestrador campechano desde las cúpulas sino desde las bases.
Lo dicho, lustrar la imagen del gobernador García en la IX Cumbre de las Américas salió contraproducente tras el portazo que le dio el portero: Ken Salazar. La “feroz” persecución contra huachicoleros de agua tampoco le lava la cara. Por más rollo que lance en redes, se oye como la glosolalia de la señora que habla con los anunnakis: ininteligible contra la muy terrena realidad local. La cumbre social nuevoleonesa no está en las cimas californianas sino en la sima de un valle que se reseca a sol y a sombra, y donde la temperatura cívica, ya casi canicular, podría acabar fundiendo el oropel virtual de este gobierno fosfo.