Por José Jaime Ruiz
El gobernador constitucional del estado libre y soberano de Nuevo León, Samuel Alejandro García Sepúlveda, no comete errores, él es el Error. Todas las crisis, la Crisis. En efecto, Nuevo León no había padecido una crisis pública como la de ahora. La crisis de inseguridad en la transición de los gobiernos de José Natividad González Parás y Rodrigo Medina de la Cruz tuvo su contexto en la guerra desatada por Felipe Calderón y que llenó de sangre las ciudades… piso, decapitados, levantados, encajuelados y muchos empresarios regios huyendo a San Antonio.
En tiempos del presidente Andrés Manuel López Obrador no existe la violencia que se vivió con Felipe Calderón. Y, sin embargo, Samuel Alejandro profundiza las crisis de contaminación, de movilidad, de inseguridad, de feminicidios y la crisis por el desabasto de agua. Ya son ocho meses de gobierno que, en términos sociales, significa desgobierno.
Hace dos años, siendo senador, Samuel Alejandro pidió revocar de su puesto a López Obrador, inclusive comenzó una petición en la plataforma de Change.org para lograr su cometido.
Para tal acción, aseguró, se deberían juntar “el 3% de firmas de la lista nominal, es decir 2.7 millones”. En la solicitud expresa: “Es momento de decirlo con todas sus letras: Andrés Manuel López Obrador, con sus políticas, se ha convertido en un peligro para México, su economía, y su orden republicano”.
Ochenta y seis mil setecientas setenta y siete personas firmaron la petición del ahora gobernador de Nuevo León contra Andrés Manuel. ¿Cuántas personas firmarían en Change.org para destituir al gobernador García Sepúlveda? ¿Quiénes lanzarán esa petición?
López Obrador, a dos años de terminar su sexenio, no ha sido un peligro para México. Samuel Alejandro, a ocho meses de gobierno, ya resultó un peligro para Nuevo León y, quién lo diría, peor que Rodrigo Medina y Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco.
En Nuevo León somos primero en todo, expresa desde su altanería clasista y racista Samuel Alejandro. “El pueblo pone, el pueblo quita”, le gusta repetir a López Obrador. ¿Será Nuevo León el primer estado que utilice el juicio político para revocar de su puesto a nuestro gobernador?