Por José Jaime Ruiz
@ruizjosejaime
En Nuevo León las personas desaparecen por partida doble: por su desaparición física, por su desaparición en la búsqueda y, anónimas, también desaparecen de los medios de comunicación. La visibilidad social de las personas desaparecidas es una tarea inaplazable de los gobiernos y de los medios.
En Nuevo León, a pesar de algunos avances en colaboración y coordinación, la crisis que se vive en el tema de personas desaparecidas y no localizadas es cada vez más grave y compleja, según afirmó la hermana Consuelo Morales Elizondo.
Literalmente comentó: “Cada día encontramos más restos y cada día hay más desapariciones”.
A la fecha se tiene un registro de 6 mil 225 personas desaparecidas. Nuevo León es el cuarto lugar nacional en personas desaparecidas, lo cual nos indica un grave problema de inseguridad que, aunado a las desapariciones de mujeres y feminicidios, nos pone en un foco rojo. Y qué decir de la inseguridad a secas que crece cada día y el aumento insólito de suicidios en tres años, lo que va de la pandemia, que es otra manera de desaparecer.
“En Nuevo León la cifra de personas desaparecidas y no localizadas es de 6 mil 225. De ellas 2 mil 165 corresponden de octubre de 2009 a septiembre de 2015, además 2 mil 999 de octubre 2015 a septiembre de 2021, y 433 de octubre de 2021 a la fecha”, precisó la alcaldesa de Guadalupe, Cristina Díaz, en el foro Justicia para las Personas desaparecidas en Nuevo León, organizado por Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos.
Para presionar a las autoridades en el tema de las desapariciones, primero tenemos que visibilizar el dramático problema. Las desapariciones y la personas no localizadas son prioridad social y hay que convertirla en prioridad gubernamental.
