Por José Jaime Ruiz
Hace un año le advertí a Samuel Alejandro García Sepúlveda que sería un error recorrer el camino de las expectativas destinadas a frustrarse. No hizo caso y ahora sufrimos las consecuencias de un Nuevo León hecho pedazos. Hijo putativo de los ex gobernadores Rodrigo Medina de la Cruz y de Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco, prolonga sus desaciertos y profundiza el desastre.
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, calificó a Samuel Alejandro como hipócrita, egoísta e incapaz y, si alguien esperaba diplomacia, se equivocó: Adán Augusto se quedó corto. ¿Por qué hipócrita? Porque ofreció que los senadores de Movimiento Ciudadano por Nuevo León votarían por la Guardia Nacional en las calles. ¿Por qué egoísta? Por colgarse en su Primer Informe la medalla del Acueducto El Cuchillo II. ¿Por qué incapaz? Sobre todo por el aumento de la inseguridad y los feminicidios en Nuevo León.
El distanciamiento entre el gobierno de Nuevo León y el federal comenzó en el informe de Samuel García quien, creyendo que su audiencia sería sólo local, expresó que falta apoyo de la federación en materia de seguridad, también: “No es posible que ahora a Nuevo León le quieran cobrar la Presa Libertad y el segundo Acueducto de la Presa El Cuchillo, cuando año con año le damos al país 348 mil millones de pesos y nos regresan 105 mil”.
El representante de la Segob en el estado, Héctor Gutiérrez de la Garza, con la anuencia de Adán Augusto, contestó: “Nunca escuchamos un posicionamiento en ese sentido del gobernador, ya sea en público o en privado, sino todo lo contrario.
“Entiendo que esto haya sido al calor del debate en el Congreso local, pero reitero que me parecen desafortunadas e injustas las manifestaciones del gobernador en el apoyo en materia de seguridad y en el trabajo que se ha venido haciendo para solucionar el problema de la crisis de agua”.
Incapaz, en el primer año de Samuel Alejandro al frente de la administración, los homicidios se dispararon en un 26 por ciento en Nuevo León, además que el número de policías cayó en un 3 por ciento. Incapaz en la movilidad, no hay nuevas líneas del Metro (que sigue cayéndose a pedazos, carece de boletos y cada vez sufre más retrasos), ni tren suburbano ni camiones chinos y Monterrey sigue siendo la ciudad más contaminada de Latinoamérica.
Regañado, nalgueado, Samuel Alejandro sólo acierta a balbucear: “No entiendo de dónde vienen sus ataques y calificativos hacia mí. No le voy a responder igual, de mí lo único que ha recibido y seguirá recibiendo es respeto y sinceridad”. Hipócrita, egoísta e incapaz. Suaves calificativos cuando los ciudadanos de Nuevo León, en la crisis del agua, le mentaban la madre y escribían en las paredes: “Samuel, eres un pendejo”.
¿Mensaje final de Adán Augusto para Samuel Alejandro? Que la participación de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional en la seguridad pública se aprueba porque se aprueba en el Congreso de Nuevo León.
