Noticias en Monterrey

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Controlar al INE para reanimar al dinosaurio

Por Carlos Chavarría

Con INE o sin él, con marchas de todo tipo, o todo con docilidad, nuestra democracia padece muchas limitaciones y vulnerabilidades, cuyos efectos y riesgos por supuesto se agigantan al no dejar operar los balances y contrapesos, debido al comercio de las conciencias en que han convertido a la política .

Tan malo es para nuestro futuro un gobierno de cualquier ideología, empeñado en someter y controlarlo todo, como otro disperso y con una visión de futuro solo para unos cuantos. El enemigo mayor no es un personaje en particular, sino el presidencialismo rampante y omnisciente.

López Obrador no llegó al poder solo mediante el voto de los más pobres, llegó porque buena parte de todos los segmentos de la población, desde que empezó esta nueva etapa de la democracia mexicana, acudieron a votar por despecho, desprecio o enojo, y así no se puede lograr nada bueno.

Distingue al actual presidente, lo que no reveló nunca, que su intención oculta era revivir el poder totalitario del viejo PRI, el de esa etapa por la que muestra tanta admiración

Todas sus acciones relevantes de gobierno se fueron perfilando para que, al igual que el viejo PRI, creara una fuerza o masa electoral basada en el más mezquino clientelismo, ese que se compra y ata a los más necesitados, de esos que gracias al viejo sistema, viven a la hora, y deben su triste condición al propio Estado que perpetúa su circunstancia de apremio ante la vida, cuando al mismo tiempo buscan el deterioro de la educación para evitar cualquier intento de pensamiento crítico de este grupo de mexicanos.

Para esos más pobres, para ellos que no tienen oportunidad de salir de su dependencia hacia al gobierno, no existe INE, ni ideologías, internet, o siquiera otro mundo distinto al de su postración económica. Para ellos no existen marchas para concientizar ni proceso de análisis alguno.

En un país con los antecedentes del nuestro, con tan superficial educación política, la conciencia de los futuros posibles no tiene substancia ni sentido y en eso se basa la fuerza que le permite al que debería ser líder y convocante principal, vilipendiar públicamente a cualquiera que desentona con sus obscuras e intimas obsesiones.

El dinosaurio ya revivió, y con todo el poder represivo y corruptor que dispone el presidencialismo mexicano, la lucha es cuesta arriba y dispareja, que nos anuncia otro largo periodo de nuevos pero repetidos atrasos, ensombrecido por un verdadero grupo paramilitar financiado por el narco que ya tampoco esconde sus redes creadas para hacerse también con más control territorial.

Ahora se recrudece todo, ya no existe el romanticismo post bélico, ni las oportunidades que disfruto el viejo PRI, de los Veneros de Petróleo de López Velarde ya no queda sino el chapopote, y ese también ya se está consumiendo.

Si todos aquellos que dependen de las entregas del gobierno para vivir supieran aquilatar los riesgos que en su párvula inconsciencia están adquiriendo quizás algo podría hacerse, pero qué pueden valorar si por cuatro años un ejército de promotores lo han convencido que es el gobierno el que les manda sus centavos, y no el resto de los mexicanos.

La manifestación de ayer nos enseña que no es pecado ni traición aspirar a un México mejor para todos, como tampoco el presidente resultó ser el transformador de nada y filosofo creador y guardián de todas las utopías.

Siempre lo hemos hecho, y ahora tendremos que remar contra la palomilla de políticos y burócratas que se han adueñado del poder desde que terminó la mal acabada Revolución mexicana.

Aunque recuperar el equilibrio se complica más cuando desde la cúspide del poder no hay espacios posibles para la negociación, sabremos los mexicanos salir delante de esta muestra adicional de la mala historia. 

Fuente:

Vía / Autor:

// Carlos Chavarría

Etiquetas:

Compartir:

Autor: stafflostubos
Ver Más