“Para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande y glorioso, anuncio mi candidatura a la Presidencia», declaró el expresidente Donald Trump desde su residencia en Florida frente a cientos de simpatizantes el pasado 15 de noviembre.
Con esta declaración, Trump puso fin a meses de especulación y confirmó que tiene intenciones de volver a competir, por tercera ocasión, para la presidencia de Estados Unidos en 2024 desde el Partido Republicano, a solo una semana de las elecciones intermedias.
En su discurso, que duró más de una hora, Trump habló sobre los logros de su administración y cómo planearía volver a hacer “grande y glorioso” a Estados Unidos. El expresidente destacó la reducción de impuestos en su gobierno, el control de la pandemia y cómo creció la economía (todos dichos cuestionables).
En su conferencia de prensa, Trump se lanzó de nuevo contra México al presumir que logró hacer la frontera segura y reducir la migración. Sobre el presidente Andrés Manuel López Obrador, Trump declaró: “es un buen hombre, socialista pero está bien, y es un gran amigo mío”.
A pregunta expresa de una reportera, el presidente López Obrador respondió en la conferencia matutina de este 16 de noviembre que Donald Trump es capitalista, no es perfecto, pero es buena persona y que lo respeta.
En 2016, Donald Trump usó el discurso contra México en su campaña política para ganar votantes entre las clases bajas estadounidenses, llegando a afirmar que los mexicanos quitaban empleo a los norteamericanos y que haría un muro gigante entre México y Estados Unidos, pero además que sería pagado por el gobierno mexicano.
Nada de esto sucedió una vez que llegó a la presidencia Donald Trump. Aunque las negociaciones por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) tuvo momentos de negociaciones fuertes –en los que el país vecino intentó sin éxito que México se convirtiera en tercer país seguro–, las relaciones entre el gobierno mexicano y el estadounidense con Trump al frente se mantuvieron en cordialidad.
Eso quedó demostrado en la reunión que tuvieron López Obrador y Donald Trump en julio de 2020, donde los dos presidentes mostraron la mayor cordialidad y afianzaron la cooperación entre ambas naciones en temas prioritarios.
