Por Obed Campos
A base de marrullerías, como aquellas que empleaba el viejo PRI Ricardo y Juan Manuel los hermanos Cavazos Balderas, hospicianos del difunto Juan Manuel Cavazos Uribe, lograron apoderarse de la silla del Secretariado General del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado (SUSPE) de Nuevo León
Así que la continuidad negra, de ese imperio del mal, y negocio familiar seguirá al menos otros tres años, a partir del próximo 2 de enero, que es el primer día hábil del 2023, como lo marca el reglamento.
La pandilla, porque no puede llamarse de otra manera, se salió con la suya, pero hay que apuntar que barato no les salió: Pese a los ataques, bloqueos, y reventones violentos a las reuniones de su adversaria, la aguerrida María Hernández Alvarado, no la vieron fácil, y los hermanitos Cavazos Balderas vieron la lumbre bien cerquita.
Para muchos en el sindicato el triunfo de la “planilla del mal”, como apodaban a los partidarios de los Cavazos, no fue ninguna novedad, ya que, como dije, usaron todas las artimañas del viejo PRI en el poder…
Nunca se contuvieron ni siquiera por el respeto que como una dama que es se merecía María, quien efectivamente les dio una lección a los dos imberbes: una lección de lo que significa el miedo a perderlo todo.
Y es por eso que los hermanitos seguirán como becerros, pegados a la ubre del SUSPE, acompañados por otros familiares y compinches.
Pobre sindicato y pobre burocracia nuevoleonesa.