Por Obed Campos
¿Dinamarca? Si no hay aspirinas, señor presidente…
Como se nota que ni el presidente Andrés López ni su director del IMSS, quien le hace comparsa ¿el maestro? Zoé Robledo Aburto, se atienden en las clínicas del Seguro Social o de medicina pública del país.
López delira y raya en lo ridículo al prometer (ahora por enésima ocasión) que será a más tardar a finales de 2023 cuando los mexicanos tendremos un sistema de salud público como el de Dinamarca el cual “puede ser que mejor”.
El macuspano insistió en su “mañanera del martes”: “Vamos a tener un sistema de salud pública como el de Dinamarca, en donde la atención médica y los medicamentos son gratuitos ¿? En Dinamarca tienen políticas que eran completamente inalcanzables en México, porque no hay corrupción, como lo que había en México”.
Yo no tengo queja del servicio que dan en el IMSS y lo he dicho en sinnúmero de ocasiones. Al contrario, estoy agradecido y lo que le sigue, pero me operaron del corazón, no de los ojos y, como diría mi santa madre, doña Amparo Guzmán: “Hay cosas que hasta los ciegos las ven”.
Pues dentro de los montones de medicinas que me recetan una vez al mes en mis citas médicas, viene una llamada “ácido acetilsalicílico, de 300 miligramos, soluble o efervescente”, de las cuales, como mucha gente, me debo de tomar media cada 24 horas. El nombre de esta droga, en cristiano, es el de la modesta aspirina y cuesta alrededor de 100 pesos en cualquier farmacia…
Y en el IMSS en esta consulta del Día de los Inocentes, no hubo.
¿Por qué tomo aspirina? Ah, porque esta droga, se ha descubierto, sirve para el tratamiento de las arterias del corazón y los cardiacos como yo, la tomamos de por vida y algunos juran y perjuran que sirve hasta para tratar el Covid.
Usted, ante las dudas, consulte a su médico.
Pero por si no lo sabe, el sistema de salud danés, es de lo mejor en el universo conocido, pero “Su financiación es principalmente pública procediendo, por tanto, de los impuestos de los ciudadanos y presupuestos estatales. Se destina en torno a un 11% del PIB al gasto exclusivamente sanitario”.
¿Sabe cuánto le descuentan a un trabajador danés de “cuota” del servicio médico? ¿Sabe usted que las medicinas no son gratuitas en dicho sistema?
Lo dicho, señor López, si en el IMSS no hay modestas aspirinas, y menos medicina para niños con cáncer… Dinamarca puede esperar.
Lo suyo son sueños guajiros…
