Por Mauricio Cantú
Ricos, pobres, blancos, morenos, altos, bajos, absolutamente todos somos de carne y hueso, mortales, y requerimos de aire para vivir. Esta realidad parece no permear en muchos que se ciegan ante la quimera de pensar que la única importancia radica en hacer dinero, sin importar a costa de qué.
El dinero se necesita para vivir, es una realidad del mundo, pero la generación de éste no puede estar por encima de la salud. Debemos impulsar el desarrollo económico, pero nunca a costa de nuestro medio ambiente.
En los últimos años, la contaminación del aire en el Área Metropolitana ha llegado a niveles alarmantes. Es la ciudad más contaminada de México, muy por encima de todas las demás (incluyendo el Área Metropolitana de la Ciudad de México, que tiene más de cuatro veces la población de todo NL).
La misma Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó una concentración de 86 PM10 y 36 PM2.5 en Monterrey, declarándola la ciudad más contaminada de México.
Las partículas PM10 son aquellas que miden menos de 10 micrómetros de diámetro y son fácilmente alojadas en el sistema respiratorio. Sin embargo, las PM2.5 son de 2.5 micrómetros y aún más letales, dado que se alojan profundamente en los pulmones.
Estas partículas están en el aire que respiramos en cada momento de nuestro día. Están con nosotros al despertar, al comer, al dormir, al ejercitarnos. Las metemos a nuestro organismo las 24 horas del día.
No obstante, existen diversos estudios que vinculan a nivel mundial entre 7 y 29 millones de muertes al año con motivo de la contaminación ambiental, esto adicionalmente a los padecimientos que restan a la salud y calidad de vida.
Cada día que continúa esta situación son muertes y más afectaciones a la salud de miles de nuevoleoneses, no abordar este tema equivale a una infamia. La salud de todos los que habitamos esta tierra, en mayor o menor medida, está siendo impactada negativamente por la contaminación ambiental. Por esto he decidido presentar una Iniciativa constitucional para adicionar el Artículo Cuarto y garantizar el derecho de las y los mexicanos a respirar aire limpio.
Para que no quede como letra muerta este derecho incorporé la obligación de las autoridades en los tres niveles de Gobierno de garantizar los parámetros de aire fijados por la OMS.
El desarrollo económico es importante, pero lo es más la salud y la protección de nuestro medio ambiente.
