El ex funcionario sostiene que los ingresos millonarios que tuvo fueron resultado del “alto nivel personal, académico y laboral” que tenía antes de trabajar para el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Emilio Lozoya confía en que la cuna de oro de la que proviene podría salvarlo de ser declarado culpable en el caso de corrupción de Odebrecht; informó MILENIO.
En su defensa, el ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) sostiene que los ingresos millonarios que tuvo fueron resultado del “alto nivel personal, académico y laboral” que tenía antes de ser funcionario del gobierno de Enrique Peña Nieto y no por sobornos de la constructora brasileña.
De llegar a juicio por este entramado de corrupción, algunos de los argumentos de los abogados de Lozoya Austin será que es hijo de un secretario de Estado y nieto de un ex gobernador, que vivió a pie del río Hudson en una de las zonas más exclusivas de Nueva York, que tiene una maestría en Harvard, que fue directivo del Foro Económico Mundial, que una revista lo incluyó en una pequeña lista de hispanos con impacto en Estados Unidos…
En la última audiencia por el caso Odebrecht en el reclusorio norte, el juez Gerardo Alarcón ya aceptó que testigos, como el padre y hermano del ex director de Pemex, Emilio Lozoya Thalmann y Juan José Javier Lozoya Austin, declaren sobre esto.
Pero el juzgador también admitió algo que Emilio Lozoya no quería que se ventilara durante el juicio: sus declaraciones patrimoniales que igual exhiben, entro otros lujos, su colección de relojes finos Patek Philippe o Frank Muller, cuadros Pablo Picasso o Salvador Dalí, residencias en Estados Unidos y Suiza, o su American Express black con gastos millonarios como copas de vidrio francesas con un valor de casi 90 mil pesos; señaló MILENIO.
Al contestar la acusación de la Fiscalía General de la República (FGR) en este caso que le imputa a Emilio Lozoya los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y cohecho, los abogados del ex director de Pemex detallaron su estrategia.
«No van a poder acreditar que el señor Emilio recibió dinero por una actividad ilícita», aseguró el abogado Alejandro Rojas Pruneda, quien comenzó a enumerar el «alto nivel personal, académico, y laboral» de Lozoya Austin.
«Vivía en Riverside», destacó en algún momento de la audiencia el defensor legal del ex director de Pemex y que se refería al departamento 2A de la calle 272 de esa zona residencial en Nueva York.
«Estudió en los institutos más prestigiados en todo el mundo», subrayó en referencia a las licenciaturas que tiene Emilio Lozoya en Economía por la ITAM y en Derecho por la UNAM, así como una maestría en Desarrollo Económico por la Universidad de Harvard.
«En 2011 fue incluido en una pequeña lista de hispanos relevantes en Estados Unidos», abundó el abogado Rojas Pruneda en alusión al reconocimiento que hace la revista Poder a los 40 hispanos «de mayor impacto», menores de 40 años, en la unión americana.
«Antes de ser funcionario público ya tenía un nivel de influencia», destacó el abogado remitiendo a que Emilio Lozoya fue director para América Latina del Foro Económico Mundial, donde fue enlace con los principales líderes políticos y empresariales de la región, tal fue el caso de Luis Alberto de Meneses Weyll, superintendente de Odebrecht en México.
«Entre 2009 y 2012 ya tenía varios millones de dólares de ingresos», destacó el abogado Alejandro Rojas y es verdad si nos atenemos a sus declaraciones patrimoniales que Lozoya Austin pidió al juez que se excluyeran de un eventual juicio argumentando que contenían datos personales que no tenía que ser revelada, como lo es información bancaria, no sólo de él sino de su esposa Marielle Helene Eckes.
Al final, el juez Gerardo Alarcón le permitió a la FGR que se utilizara este medio de prueba que, entre otros lujos, exhibe su colección de relojes finos: cuatro marca Patek Philippe y uno más Frank Muller, valuados por Emilio Lozoya en 40 mil dólares cada uno, precio muy inferior al que muestran distribuidores en sus catálogos.
En sus declaraciones patrimoniales también destaca el gusto del ex director de Pemex por las obras de arte, como cuadros de Salvador Dalí, cuatro más del pintor oaxaqueño Luis Zárate y otros que sumados alcanzan los 750 mil dólares.
Un cuadro Pablo Picasso con un valor de medio millón de dólares, según Lozoya Austin, fue herencia de su padre Emilio Lozoya Thalmann, quien fue director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
La política en su familia viene de una generación atrás, pues su abuelo Jesús Lozoya Solís fue un militar que llegó a ser gobernador interino de Chihuahua; reportó MILENIO.