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Voy a pagar la luz para pensar en ti

Por Félix Cortés Camarillo

La obsesión mayestática del presidente López no terminó en la elegía compuesta y recitada por doña Layda gobernadora Sansores que elevó la imagen de su jefe a alturas insospechables. Se le hizo poco el mar para echarse un buche de agua.

Dispuesto a todo, Lopitos decidió ponerse a la altura, nada menos, que de Adolfo Lóez Mateos y dejó la instrucción de que sus operadores mediáticos vistieran una operación simple de compra venta en la segunda nacionalización de la industria eléctrica. Teniendo como comparsas en Palacio Nacional a los ejecutivos de Ibedrola, una de las más importantes compañías generadoras de energía eléctrica en el mundo, anunció que a la cartera de Manuel Bartlet se sumaba una docena de empresas que duplican, al menos en el papel, la generación de electricidad en México, en una compra que deja a los mexicanos una deuda de miles de millones a futuro. 

El que venga atrás, que arrée, dice la sabiduría mexicana.

Tenemos experiencia en eso: empeñar nuestro futuro. El peor presidente de México antes de López, Ernesto Zedillo, inventó el salvamento de la banca privada mexicana y nos dejó con el Fobaproa una deuda que van a pagar todavía mis nietos. Y así lo asumimos, con la salvedad tal vez de que Zedillo nunca nos prometió que no iba a endeudar al país, ni que iba a subir impuestos, ni que la gasolina subiría de precio, ni todas esas paparruchadas que el presidente López nos ha recitado una y otra vez a los masoquistas que vemos sus conferencias matutinas dizque de información.

Cierto. Ibedrola se deshizo por un lado de la molestia de tener que estar toreando –bueno, son españoles- las embestidas ciegas del presidente mexicano que comenzaron en una gloriosa toma de televisión en la Rumorosa de nuestra California, en la que Lopitos no solamente criticó el color de un ducto que atraviesa la sierra, sino también como las hélices de los abanicos generadores de electricidad afean el paisaje. Va a seguir afeándolo. Ibedrola no ha vendido sus gigantescos abanicos que con la fuerza del viento generan electricidad: le ha entregado a Bartlett, bueno, a Lopitos, plantas generadoras que operan a base de gas. Ya se sabe de la vocación contaminante del presidente. 

Lo cual está bien. Es una operación mediante la cual Ibedrola se lava la cara, se deshace de chatarra poco redituable y sigue operando sin problemas. A cambio de eso, el presidente López se viste de patrio héroe y decreta ser el nacionalizador segundo de la industria eléctrica.

Lázaro Cárdenas, quítate que ahí te voy.

PARA LA MAÑANERA, (porque no me dejan entrar sin tapabocas): La misiva de Lopitos al presidente chino no podía ser más ridícula: no dejes que nos manden fentanilo desde tu país, le mandó decir a Xi Ping. La respuesta es muy lógica: no lo dejes entrar en tus aduanas.

‎felixcortescama@gmail.com

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// Félix Cortés Camarillo

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Autor: stafflostubos
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