Por Obed Campos
Las crónicas dicen que el concierto de Alejandro Fernández “El Potrillo”, acompañado de su hijo Alex Fernández en el Domo Care arrancó la canción “¿Dónde vas tan sola?”, pero quien no estuvo sola sino bastante acompañada en el evento fue María de la Luz García Luna, la no primera dama de Monterrey, esposa de Luis Donaldo Colosio, el alcalde de la regia capital de Nuevo León.
Al sitio llegó la esposa de Colosio con una amiga que se llama Zelide, y con 4 mujeres más —una mexicana, una española y dos colombianas— y con dos hombres, Manuel, quien iba de camisa negra y otro al que llaman “Pollo”, quien pidió una botella de tequila de 3 mil pesos y en cuanto pudo se enlazó por FaceTime con un gordito muy simpático a quien le hablaba con palabras muy cariñosas.
Los ahí presentes al principio pensaron que el hombre de negro, Manuel era la pareja de “Pollo”, pero resultó que el tal Manuel es el esposo de una de las mujeres colombianas, quien platicó que a María de la Luz la conocieron en España, en donde cursaron una maestría y que ahora sostienen relaciones de negocios con ella.
María de la Luz y Zelide se sentaron en primera fila y los otros 6 en segunda fila, pero como a los 10 minutos de su arribo, la no primera dama de Monterrey les dijo a las 6 personas que iban a salir a la camioneta a buscar un suéter ella y su amiga. Y eso que a los simples mortales, ya adentro del recinto, no se les permitía bajo ninguna circunstancia salir y volver a entrar.
Finalmente salió al escenario el hijo de la leyenda Vicente Fernández, y Alejandro empezó el concierto y a lado de la esposa de Colosio y Zelide estaban otras parejas. Llamó la atención que María de la Luz y Zelide eran las únicas que andaban sin pareja.
Total que se echaron sus drinks, y cantaron en su tono las canciones del ya no tan “Potrillo” y a la 1:55 am, ya del sábado, la esposa de Colosio sola se fue a despedirse de las otras 6 personas, y uno de los caballeros, pareja que estaba en esa fila, la acompañó a la salida. Zelide, a quien todos llamaban “La Lic”, se quedó hasta más tarde.
Al final del concierto se fueron todos juntos, los 6 más Zelide, tras una madrugada de música y tragos para un séquito digno de un principado.
Lo que no quedó claro es a quien le pertenece la flota de Suburbans y blindadas en que así como llegaron se retiraron.
