Por Obed Campos
“Ese gallo quiere maíz”
Porfirio Díaz
A finales de mayo pasado, la máxima del profesor-político-empresario, el legendario Carlos Hank González, padre del Grupo Atlacomulco (entre otros achaques) “Un político pobre, es un pobre político…” quedó totalmente de manifiesto y totalmente comprobada en Nuevo León:
El Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Nuevo León, o IEEPCNL (aquí puede usted agarrar aire) asistió a los cuatro partos de cuatro engendros que nada van a hacer ni por la vida social, ni por la vida política, más que prenderse desde ya de las ubres oficiales que usted y yo pagamos.
Si me equivoco tantito, tiene usted el derecho de mentármela o mandarme un tomatazo virtual, y por eso aquí le va la lista de los nuevos “frankenstains” paridos en el IEEPCNL:
Esperanza Regia, partido propiedad de “Maderito”, alias Adalberto Madero Quiroga.
Organización Liberal de Nuevo León, de un tal Armando Javier Treviño Torres a quien ni en su casa conocen.
Ciudadanos por Constituirse en Encuentro Solidario Nuevo León, franquicia del abogado milloneta Jorge Antonio Ruíz Velasco, sí, suegro del dizque cantante Ernesto D’Alessio.
Y Vida Democrática Activa en Nuevo León, representado por el desconocido Pedro Samuel Díaz Delgado, quien ha vivido a la sombra de su hermana la ex panista (según ella) super delegada federal Judith Díaz Delgado.
Trascendió que los consejeros soltaron la sopa de qué otros partidos intentaron lograr su registro pero no lograron cumplir con los requisitos de afiliaciones, y se quedaron nadas más que en el nombre: Juventud Justicialista.
Otro que se quedó con las ganas de regresar al presupuesto, fue Luis Servando Farías González a quien le falló Familias en Marcha, por enésima ocasión.
Pero concretamente en Vida Democrática Activa en Nuevo León, como ya lo había dicho, Pedro Díaz trae de socio a Jaime Ochoa, supuesto pastor protestante de las ultraderechas quien pase la charola entre los mochuelos de Nuevo León
Falta subrayar que el tal Jaime Ochoa dizque pastor cristiano, obtiene sus ganancias además de los diezmos de los feligreses, del dinero que les tumba a las empresas por presuntas prácticas de supuesta evasión fiscal a través de empresas fachada, es decir, factureras.
Pero lo que más llama la atención en Vida Democrática Activa en Nuevo León es la presencia de César Valdés, ex alcalde de García y ex hombre de confianza (perdida) de Jaime Rodríguez Calderón El Bronco.
Para más señas, Valdés casó con Diana Adame, la mandadera de la Cruz Verde quien logró metérsele al Bronco hasta que la nombró jefa de comunicación social del estado. Ambos se sentían “la pareja real” hasta que fulminantemente fueron dados de baja.
Esa es “la calidad de la manteca” de Vida Democrática Activa en Nuevo León. Allá usted si vota por ellos.
¿Y qué que tiene que ver la frase “Un político pobre, es un pobre político…” Pues ya verá usted en unos meses las Suburbans y las mansiones y los viajes en primerísima clase, que se van a recetar estos personajes, a costa de nuestros impuestos, claro. Porque de esta caterva, adinerados, ahorita nada más dos: el ex alcalde Madero o “Maderito” y el abogado Ruiz Velasco. A ninguno se le puede preguntar cómo hizo su primer millón. Los demás son de medios pelos, pero espérese después del 2022.
Ah, y en cuanto a la frase atribuida a Porfirio Díaz, “Ese gallo quiere maíz”, de ahí viene la expresión “periodistas maiceados”, es decir, periodistas comprados.
SEPULTA AL PRI Y MC EMERGE COMO SEGUNDA FUERZA POLÍTICA
Hablando de negocios y franquicias, perdón, de partidos, el mapa político en el país ha experimentado una transformación significativa en los últimos años y ahora ha quedado más que nunca de manifiesto, tras el ascenso de Morena y la caída del PRI en las elecciones del fin de semana pasado.
En pocas palabras, Movimiento Ciudadano o Movimiento Naranja, como dice la cancioncita, ha emergido como una alternativa sólida consolidándose como la segunda fuerza política del país. En este contexto, es importante analizar la distribución del poder político a nivel estatal y la cantidad de población gobernada por cada apartido, lo que refuerza la magnitud del cambio que ha ocurrido en la escena política mexicana.
El PRI, que en el pasado gobernó en la mayoría de los estados de México, sufrió un declive notable que lo ha dejado a la deriva, al quedarse tan solo con Durango y Coahuila. En contraste Morena logró consolidarse como la fuerza dominante política por estado, con 22 entidades bajo su mandato. Y es que tras una larga historia de escándalos por corrupción, desvío de recursos y hasta delincuencia organizada y nexos con el crimen de todos los niveles, la trayectoria del Partido Revolucionario Institucional parece estar llegando a su fin manchada por lodo y sangre en muchos casos.
En este nuevo escenario, Movimiento Ciudadano emerge y se ha posicionado como la segunda fuerza política en la República Mexicana. Y es que aunque ostenta solo dos entidades, Nuevo León y Jalisco, es innegable el crecimiento de este partido y su aceptación en diversos sectores de la población, lo que le ha otorgado un papel principal en la escena política nacional, aunado a la popularidad del gobernador Samuel García, que ha puesto los reflectores del mundo en nuestra querida tierra, Nuevo León.
El ascenso de Movimiento Ciudadano y la agonía del PRI reflejan la demanda ciudadana de alternativas políticas y el agotamiento de los partidos tradicionales. Los votantes están buscando opciones frescas, transparentes y comprometidas con las necesidades y demandas de la sociedad. Y no solo eso: la mayoría de los electores son jóvenes que exigen ser gobernados por gente que los entienda, es decir, ¡jóvenes! Este nuevo escenario plantea desafíos y oportunidades para los dos partidos dominantes y la responsabilidad de representar verdaderamente a sus electores.