A los 86 años de edad, falleció el magnate y exprimer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, en un hospital San Raffaele de Milán producto de complicaciones a raíz de una leucemia crónica. El miércoles 14 de junio será el funeral de Estado en la catedral de Milán.
Silvio Berlusconi fue un empresario y político italiano que marcó la política italiana en las últimas tres décadas y que estuvo rodeado de polémica. Gobernó Italia en tres ocasiones (entre 1994 y 1995, 2001 y 2006, y entre 2008 y 2011), fundó la corporación de telecomunicaciones Mediaset, fue propietario y presidente del equipo de futbol AC. Milán, y fue fundador y presidente de Forza Italia, partido político ideológicamente ubicado en el conservadurismo. Antes de fallecer, Berlusconi fue elegido senador en el gobierno de Giorgia Meloni, primera ministra de Italia.
Berlusconi nació en una familia de clase media y estudió Derecho en la Universidad de Milán. Empezó su trayectoria como empresario fundando el canal de televisión local, Telemilano, en 1974 y cuatro años después fundó el primer canal nacional. Logró desarrollar una cadena televisiva nacional que logró desplazar a la televisión pública italiana en audiencias a partir de contenido centrado en concursos y programas de entretenimiento.
En 1986 compró al equipo de futbol AC Milán, del que fue presidente desde ese año y hasta el 2017; durante su gestión, el equipo alzó cinco copas europeas y logró posicionarse como uno de los mejores equipos de la Calcio, la liga italiana.
Consolidado como un empresario de la televisión y de futbol, Berlusconi fundó en 1993 el partido político Forza Italia, cuyo nombre surgió del grito de apoyo a la selección italiana, y apenas un año después, en 1994, ganó las elecciones generales, aprovechando la crisis de los partidos tradicionales y movilizando a votantes a partir de la promesa de “frenar a los comunistas”. Duró pocos meses en el poder debido a rupturas con los partidos con los que tenía coalición. Volvió a contender en 2001 y ganó las elecciones, con una amplio respaldo popular apoyado en su poder mediático y su discurso llano de corte conservador.
Durante toda su trayectoria ha estado rodeado de escándalos, desde su relación con la mafia, fraudes fiscales con sus empresas mediáticas, sobornos a abogados y jueces para que dieran testimonios falsos, espionaje a opositores, machismo y misoginia, abuso sexual y prostitución de menores, entre muchos otros.
En 2013 fue condenado a siete años de prisión y fue inhabilitado para no ejercer ningún cargo público por los delitos de prostitución y abuso de autoridad. Tras una serie de maniobras legales, Berlusconi no pisó la cárcel.
Para los analistas de política y medios de comunicación, Silvio Berlusconi es uno de los exponentes más representativos del populismo mediático de derechas, un fenómeno político que marcó el periodo de final e inicio del siglo XXI, identificado por mezclar el poder político con el poder de los medios de comunicación. Otros exponentes de este fenómeno fueron el expresidente Fernando Collor de Melo en Brasil, Vicente Fox en México, Carlos Menem en Argentina y hasta Donald Trump en Estados Unidos, cada uno de ellos identificados.
