Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Escribir es siempre protestar, aunque sea de uno mismo”
Ana María Matute
Dos temas de las protestas vecinales por la falta de energía eléctrica en Monterrey me llaman la atención.
Por una parte, la queja de las autoridades por el bloqueo de avenidas realizadas por vecinos desesperados que no encuentran otra vía para hacerse notar, cansados de realizar reportes y de pedir ayuda.
Me causa una enorme gracia, por decirlo de una manera decente, el que sectores que tenían una semana o más sin servicio de luz, resuelven su problemática en unas cuantas horas cuando bloquean una avenida importante.
Así, son las propias autoridades las que te muestran la vía de solución y si no quieres esperar a que se tarden varios días en atender el fallo, pues sencillo, vas y bloqueas con tus vecinos una avenida grande, importante y verás cómo en minutos aparecen cuadrillas y más cuadrillas que cambian cables, acometidas, transformadores y lo que haya necesidad.
¡Magia pura!
Por otra parte, me impresiona el nivel de polarización de las discusiones en los comentarios en medios de comunicación y redes sociales, que tienen los regiomontanos.
Sí, ya sabemos que los grupos de “comelonches” lo contaminan todo, pero en medio del toma y daca aparecen opiniones de ciudadanos comunes y corrientes que cada vez con mayor frecuencia, elevan el tono de sus agresiones en uno, otro o todos los sentidos; ahí encuentras especialistas en todos los temas que saben más que Einstein y que para todo tienen una respuesta, pero en su inmensa mayoría despotrican, insultan, agreden y eso es todos los días, en todas las noticias.
¿Será que no tienen otra cosa más divertida o productiva qué hacer?