La búsqueda del Titán terminó cuatro días después de que la tripulación se sumergiera en el océano Atlántico para visitar los restos de la legendaria embarcación que llevaba el nombre Titanic. Sin embargo, el director de cine James Cameron dio a conocer que todas las tareas para hallarlo fue una mentira; publica MILENIO.
La idea de la expedición era bajar a las profundidades del agua para poder ver los restos del barco que se hundió en el año 1912, donde miles de personas perdieron la vida y la tragedia se convirtió en un hito para la memoria colectiva.
Todo parece indicar que el sumergible sufrió problemas durante el descenso y esto hizo que implotara, pues de acuerdo con los reportes el ojo de buey parece haber perdido la pieza de material transparente que lo cubría. El Titán estaba fabricado con titanio y fibra de carbono.
Recordemos que el submarino se extravió a unas cuantas horas de iniciar la visita, ya que dejaron de tener comunicación con la tripulación, es decir, no había manera de hablar con ellos por lo que parecía que se lo ‘había tragado el océano’.
Esto alarmó a las autoridades y responsables de monitorear al sumergible, por lo que al no tener respuesta por parte del líder y dueño de la empresa OceanGate, Stockton Rush, es que comenzaron la incansable búsqueda.
La medida reunió a diversas personas de diferentes áreas y expertos en el tema, con el fin de encontrarlos con vida, antes de que se terminara el aire respirable, aunque nadie había puesto sobre la mesa la posibilidad de una implosión.
Aunque el buzo experto Michael Harris planteó la teoría de que el Titán hubiese implotado al momento de bajar en busca de los restos del Titanic, ya que previamente habían captado ‘señales de vida’ pero esto coincidía con la reacción que provocaba dicho fenómeno.
Una mentira, dice James Cameron
Tras una semana de la tragedia, el famoso director no tuvo reparo en declarar que toda la búsqueda había sido una farsa porque desde un principio fue claro que ya no estaban con vida y que la misión habría fallado en las profundidades del Atlántico.
“Para que la electrónica del submarino falle y su sistema de comunicación falle, y su transpondedor de seguimiento falle simultáneamente, el submarino desapareció”.
Cameron aseguró que todos los trabajos hechos para encontrar a los pasajeros con vida se trató solamente de una “farsa prolongada y de pesadilla. Eso fue solo una vuelta de tuerca cruel y lenta durante cuatro días en lo que a mí respecta… porque supe la verdad el lunes por la mañana”.
Cameron se lanzó en contra de esta expedición pues aseguró que la misión había sido una total equivocación, especialmente cuando hubo advertencias previas a que ocurriera una nueva tragedia en el océano.
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