Por Obed Campos
Si los santos se les santifica… ¿a las ratas se les ratifica? // Flor Campos
El fenómeno paranormal, sobrenatural o divino, que describe cómo una persona o un objeto podría estar en dos lugares diferentes y remotos al mismo tiempo se llama bilocación.
Por favor, no se ría, que recurrí a la más avanzada inteligencia artificial, Chat GPT, para que me ayudara a discernir este fenómeno, cuyo misterio ha llegado hasta aquí, a Nuevo León y Coahuila, concretamente a las ciudades de Montemorelos y Sabinas, distantes entre sí por más de 450 kilómetros de distancia. Aguánteme y le platico.
“Un ejemplo famoso de bilocación es el caso de San Antonio de Padua, un santo católico del siglo XIII. Se dice que en varias ocasiones fue visto en dos lugares simultáneamente, predicando en una ciudad mientras realizaba milagros en otra. Estos avistamientos llevaron a la creencia de que tenía el don de la bilocación, lo que le permitía estar presente en múltiples lugares al mismo tiempo”, me contestó Chat GPT.
Y la inteligencia artificial también me ayudó a localizar santos que gozaron del don de Bilocacion, entre los que brillaron el Papa San Clemente, San Francisco de Asís, el mismo San Antonio de Padua, Santa Ludwina, San Francisco Javier, San Martín de Porres, San José de Cupertino, San Alfonso de Ligorio, San Juan Bosco y, recientemente, el Beato Padre Pío de Pietrelcina.
Pues bien, para no aburrirle, le cuento que en la Capital Naranjera, o lo que queda de ella, Montemorelos, Nuevo León, existe —porque no podemos estar seguros de que ahí habite— un personaje supuestamente panista de nombre Jorge Omar González Almaguer.
Cuando la inmemorial Margarita Arellanes fue alcaldesa de Monterrey, González Almaguer gozó de las mieles de una “placita”, y de ahí saltó a Montemorelos, donde logró acomodarse como Contralor del municipio.
Pero el detalle, fuera de su currículo, es que actualmente está cobrando en nómina del municipio de Montemorelos y también está dado de alta y por supuesto cobrando como Tesorero Municipal, un cargo que no es menor, en San Juan de Sabinas, en el estado de Coahuila, como ya dije, a casi medio millar de kilómetros de distancia.
Que el alcalde de San Juan de Sabinas lo tolere, aunque se trate de un delito, no extraña, porque entre sus haberes Mayito López, como se llama el munícipe, se hizo famoso por regalar billetes y dólares en su fiesta de 3 días de su último cumpleaños.
Ahora que, en Montemorelos, donde dicen que Miguel Ángel Salazar es muy derecho, Jorge Omar está sindicalizado y por eso dice que no lo pueden correr.
Los que conocen del caso se extrañan más, porque Mayito López es morenista, mientras que Salazar, el de Montemorelos, es priista.
Pero si la ley en este país fuera ley, González Almaguer no solo perdería las dos plazas que goza, por muy lejanas que estén una de otra, sino que se enfrentaría a cargos penales y civiles… en otro país, no en este en que las leyes son una broma.
¿Pero quién realmente tiene la culpa de que González Almaguer se salga con la suya? Pues sus jefes, que le permiten lo que dice el dicho de mi hermana: “A los santos se les santifica y a las ratas… se les ratifica”.
Feliz fin de semana.
