Por José Jaime Ruiz
La implosión en el Partido Revolucionario Institucional tiene repercusiones en el PRI de Nuevo León. En esta entidad, por la política excluyente de Rodrigo Medina de la Cruz, Francisco Cienfuegos y Adrián de la Garza, el partido se desmoronó mucho antes que el partido nacional. Los ex gobernadores y militantes históricos prefirieron otros rumbos y no quedarse en un PRI achicado y sin futuro.
La derrota de Adrián de la Garza (gubernatura) y de Paco Cienfuegos (alcaldía de Monterrey) los volvió vulnerables y tuvieron que refugiarse en el Congreso. Las elecciones pasadas no las perdieron, al menos municipalmente, ni César Garza Villarreal (quien ganó de calle en Apodaca) ni Cristina Díaz en Guadalupe ni David de la Peña en Santiago. Achicado, el grupo de Cienfuegos perdió el estado y el área metropolitana. Son unos derrotados y, aún así, quieren mangonear el Congreso (que manejan a punta de billetazos) y la Fiscalía General de Justicia, amén de otros órganos autónomos, hasta tuvieron la descabellada idea de administrar los Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey.
Ilusionados en naderías, y por la pérdida del Estado de México a través de Delfina Gómez por Morena, ahora tratar de inventarse un Atlacomulco inexistente en un eje Coahuila-Nuevo León bajo el liderazgo de Manolo Jiménez y Francisco Cienfuegos. Lo anterior es imposible, Manolo es de la nueva generación de políticos que hará lo posible por sacudirse el cacicazgo de Rubén Moreira y de los priistas de Nuevo León, como Paco Cienfuegos, que se alió con Alejandro Alito Moreno, esto es, se alió con quien recibió el golpe demoledor.
En todo caso, Manolo hará equipo de inversión económica y social con el gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda, con Luis Donaldo Colosio y con el alcalde de Santa Catarina, Jesús Nava; Tesla también detonará Ramos Arizpe y Saltillo. Atlacomulco es un fenómeno irrepetible y pensar en su reedición es colocarse fuera del quicio de la puerta política.
El PRIAN, lo repito, sigue en extinción en nuestro estado y a nivel nacional. La boutade llamada Xóchitl Gálvez es el mayor y más reciente ejemplo. Como en el 2018 con Andrés Manuel López Obrador, Morena ganará en Nuevo León a través de Claudia Sheinbaum, con quien Samuel Alejandro se lleva muy bien.
Francisco Cienfuegos y Zeferino Salgado siguen desfondándose. Inexorablemente el PRIAN perece. Chefo y Paco se encuentran entre la espada y la pared: o negocian o negocian.