Javier Navarro Velasco señaló que se trata de 600 elementos de la Sedena, quienes llegarán al nuevo cuartel en Cerralvo y formarán un cerco en la periferia de la Zona Metropolitana.
El Gobierno del Estado de Nuevo León espera que 600 elementos militares lleguen al cuartel que se construye en Cerralvo y que con sus patrullajes creen un cerco de seguridad en los municipios de la periferia para evitar que se sigan presentando delitos de alto impacto en la Zona Metropolitana de Monterrey, como la ejecución de seis personas ocurrida el martes en Apodaca; reportó MILENIO.
El secretario General de Gobierno, Javier Navarro Velasco, informó que se dialogará con los titulares de la Séptima Zona y Cuarta Región Militar para establecer una estrategia, ya que el cuartel de Cerralvo podría quedar listo en agosto.
“Se habló de cómo blindar al Área Metropolitana para que este tipo de situaciones no sucedan aquí. En Cerralvo estamos hablando de 600 elementos militares más.
“Esa es una gran obra que se está haciendo y financiando al 100 por ciento el Gobierno del Estado, pero con apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional, para efecto de traernos 600 soldados más para toda esa zona en la frontera chica, para reforzar esa zona estratégica por la ubicación y la posibilidad de trasladar a los equipos de vigilancia y lógicamente proteger la Zona Metropolitana”, indicó.
Adicional a esto, comentó, se reubicarán a 160 elementos de Fuerza Civil a un destacamento en la misma zona para que el patrullaje sea conjunto.
“Serían 600 elementos nada más en Cerralvo, más el campo militar que ya tenemos, son adicionales; al lado de ese campo militar y de regimiento también hay una estación de Fuerza Civil, que va a albergar, si no me equivoco, a 160 elementos de Fuerza Civil. Serían 760 en el campo militar y destacamento de Fuerza Civil, están pegados, vendría a estar ahí como parte de un cerco”, dijo.
Respecto al asesinato de seis personas en el municipio de Apodaca, subrayó que no fue un fusilamiento, sino una ejecución, y ya cuentan con detalles que no compartieron públicamente.
“No fue un fusilamiento, no hay ninguna evidencia de ello; fue una ejecución. Todo indica que es una situación de problemas entre los cárteles. Hay gente con antecedentes de haber estado detenida”, señaló.
Las investigaciones del caso se encuentran en proceso, agregó Navarro, e incluso el tema se abordó en la reunión de la Mesa de Coordinación de Seguridad de ayer, a la que acudió el gobernador Samuel García Sepúlveda, en Palacio de Gobierno.
El martes, hombres armados ejecutaron con el tiro de gracia a seis personas, luego de presuntamente torturarlos en el municipio de Apodaca.
Imagen portada: Leonel Rocha | MILENIO