Noticias en Monterrey

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

El “feminismo” machista de Xóchitl

Por José Jaime Ruiz

@ruizjosejaime

@lostubosmty

Xóchitl Gálvez, quien aún sigue cobrando su salario en el Senado de la República, califica al presidente Andrés Manuel López Obrador de machista. Ahora sí que Xóchitl equivoca sus líneas discursivas. Mal asesorada, intenta posicionar un “feminismo” ramplón desde una victimización absurda: “Mi maestro de Cálculo que me tocó las piernas cuando yo estaba en el primer semestre de la Facultad de Ingeniería. Y… callada todo el semestre porque no pude decir nada. Morí de miedo todo el semestre…” (¿lo denunció una vez?, ¿lo denunciará ahora? ¿Probará su alegato? Obvio, no).

“También tuve un ataque tremendo cuando salí de mi cuarto de lámina de Iztapalapa, un ataque sexual, un tipo me quiso atacar y yo me quedé llorando casi dos horas en la estación del metro Villa de Cortés y me iba a regresar por culpa de un desgraciado, ya me iba al pueblo y dije ahí muere y agarré así coraje y dije no te vas, un güey como esos no te puede vencer…”.

De ser ciertos, ambos sucesos son condenables, pero qué tiene que ver el supuesto machismo de López Obrador con ellos. ¿Acaso López Obrador fue su maestro de Cálculo, acaso el acosador de Iztapalapa? Xóchitl Gálvez usa dos anécdotas graves para denostar el presunto machismo del presidente y su politiquería no es una ofensa en contra de López Obrador, sino en contra de las mujeres del país. Usar políticamente dos sucesos, reales o inventados, es parte de la ignominia que la caracteriza, de su hipocresía.

Y ahora resulta que López Obrador es machista porque cumple con el diálogo circular y la réplica necesaria en una democracia deliberativa. Si Gálvez fuera congruente y no una “feminista” de ocasión, habría encabezado las protestas por el feminicidio de Debanhi Escobar y tantas, tantas otras, le habría pedido asesoría a Cristina Rivera Garza, quien con su reciente novela (El invencible verano de Liliana), dolorosamente bien escrita, describe la realidad del feminicidio en el país.

El error de Xóchitl Gálvez, su desventurada aventura, es ponerse al tú por tú con AMLO. En un debate improvisado en el programa de Ciro Gómez Leyva, el periodista Epigmenio Ibarra la vapuleó… y no por ser mujer sino por los intereses que representa. Los intereses de la oligarquía que están en contra de los intereses que simula representar, los del pueblo. Como Vicente Fox, Xóchitl es una farsa.

También un insulto a la lucha feminista y sus argumentos no sólo son endebles, también ridículos. ¿Se pronunció en contra del acoso digital emprendido contra la diputada Andrea Chávez? ¿Cuestionó en la celebración del cumpleaños de su Jefe Diego (Fernández de Cevallos) que hablara de “viejerío” alguna vez? Y de su otro jefe, Vicente Fox, ¿lo acusó de machista por la frase de “lavadora de dos patas”? ¿Acaso increpó públicamente al machista Santiago Creel por no reconocer a la hija que tuvo con una actriz? ¿Y del acosador Gabriel Quadri, qué dice? ¿Y de su promotor, Alejandro Alito Moreno, lo considera más o menos machista?

¿Cómo defiende Gálvez esas frases de aquellos que la postulan ahora?

“¿Delfina es nombre propio? ¿O así le dicen por cómo la trata quien la nombró y es su jefe?” (Felipe Calderón). Vicente Fox dijo el 10 de febrero del 2006 en Mazatlán, Sinaloa, que el 75% de los hogares del país tenían una lavadora, pero “no de dos patas o de dos piernas, sino metálica”.

Xóchitl Gálvez fue el mayor error de cálculo de la derecha. Vaya congruencia discursiva decir que su padre terminó su vida siendo alcohólico, pero dignamente priista. Al inflarla artificialmente, no entienden que trabajar sobre la percepción ya no equivale a cambiar la realidad. La revolución de las conciencias, marcha; la afirmación de la indecencia, también. Xóchitl Gálvez no es feminista, es defensora del machismo, del patriarcado.

Fuente:

Vía / Autor:

// José Jaime Ruiz

Etiquetas:

Compartir:

Autor: stafflostubos
Ver Más