Por Obed Campos
Por una vez al menos le subió el agua al tinaco…
Acostumbrados, como nos tiene, a escuchar que de su boca sólo salen sapos y culebras, deveras qué extrañó que por primera vez en la vida, haya un rayito de lucidez en los pensamientos del impresentable José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña.
Y es que el diputado con permiso en pos de la candidatura a la presidencia de la república (según él) ahora sí que le puso el cascabel al gato y dejó a muchos con cara de “what?”:
“No todo es tecnología, tiene que haber una estrategia integral que vaya desde las causas hasta la inteligencia y la investigación. La tecnología es un instrumento, pero no la solución” dicen que dijo José Gerardo Rodolfo, quien se ha distinguido más por sus escándalos y selfies en medios cueros frente al espejo, así como por sus constantes viajes a Las Vegas que por la seriedad impresa al trabajo legislativo.
Ojalá y esos aires que está respirando fuera de la Gran Tenochtitlán le sirvan de renuevo a la sesera del petista y que no sean flor de un día.
Vaya, ojalá que la experiencia de la no campaña le sirvan de algo al espíritu del “compañero” Noroña.
SIEMPRE ES EL PASADO
¿Sabe usted cuando van a aprender los funcionarios de la 4T a fajarse los pantalones y hacerse responsables de sus cargos y sus encargos?
Nunca.
Estamos casi al final del sexenio y un hombre bien educado (que no obediente) el director del IMSS, autonombrado “maestro” Zoé Robledo, se fue con la facilona y aunque reconoció las fallas en los elevadores, fiel a la costumbre de la 4T culpó al pasado por las morales averías.
De qué va a pasar con la familia de la niña Aitana Betzabé, aplastada por el elevador en una clínica en Quintana Roo, Robledo no dijo nada.
Solamente se limitó a culpar a la marca Hitra de asensores, comprados según él en 2016 y que desde entonces han presentado fallas, pero no pueden ser tocados ni con la hoja de un memorando por ley hasta 2027.
O sea que la muerte vive en el Seguro.
