La Comisión de Asuntos Fronterizos y Migratorios del Senado de la República solicitó al Gobernador de Texas, Greg Abbott, el retiro de una barrera de boyas con púas colocado en el Río Bravo.
«Hacemos un llamado al Gobierno de Texas y a su Gobernador Greg Abbot, a que cese de inmediato estas acciones y reconsidere la implementación de las medidas. Condenamos las violaciones masivas a los derechos humanos de las personas en contexto de migración que se está suscitando del lado estadounidense del Río Bravo”, expuso la Comisión.
La Comisión representada por la Senadora obradorista Bertha Caraveo condenó a través de un comunicado la violación del Tratado de Aguas de 1944, que fue firmado y ratificado por ambos países.
El documento establece la asignación de las aguas de los ríos Tijuana, Colorado y Bravo desde Fort Quitman, Texas, hasta el Golfo de México.
En este sentido, las y los legisladores apuntaron que entienden que estos actos se dan en un marco electoral y político rumbo a la elección presidencial de 2024 en Estados Unidos. Sin embargo, destacaron que de ninguna forma son justificables.
La instalación de las boyas, apuntaron, parece no sólo una falta de consideración al valor de la vida humana; sino también desconocimiento de los principios básicos del derecho internacional, y las convenciones suscritas y ratificadas, tanto por Estados Unidos como México.
Por su parte, la Senadora Caraveo explicó que las boyas cuentan con casi un metro de diámetro y un revestimiento de púas. Estas fueron instaladas, señaló, bajo el argumento de que el estado de Texas necesita implementar medidas para frenar el flujo de personas que ingresan de forma irregular a Estados Unidos.
«La instalación de este muro flotante sobre el Río Bravo comenzó el pasado 7 de julio, ante el elevado cruce de personas migrantes y por instrucción del Gobernador republicano de Texas, Greg Abbot, donde las enormes boyas naranjas fueron trasladadas hasta la ciudad fronteriza de Eagle Pass en el estado norteamericano de Texas”, mencionó Caraveo.
