Por Félix Cortés Camarillo
Pues ahora resulta que las mafufadas de Jaime Maussan, que de ellas ha vivido durante más de 20 años, no lo eran tanto. Bajo juramento de decir la verdad, que en los Estados Unidos es cosa seria, y ante una comisión del Congreso, un par de oficiales de la inteligencia militar norteamericana admitió tener conocimiento de la presencia en territorio gringo de platillos voladores, de su caída accidental o provocada y de que de todo ello está enterado el gobierno desde antes de que Maussan descubriera su minita de oro. Más aún, dijeron que el gobierno de los Estados Unidos tiene en su poder muestras biológicas de cuerpos de seres extraterrestres. Supuestamente tripulantes de las naves caídas a tierra. Igualmente, en consecuencia, existen fragmentos de esos ovnis y de los materiales de los que estuvieron construidos.
No dudo que sea cierto. Pertenezco a generaciones que por experiencia directa tuvimos que aprender que los gobernantes –de todos lados- no suelen decirnos toda la verdad que conocen. Vamos, que de casi todo lo que los gobernantes nos dicen la mitad es mentira pura y la otra mitad hay que ponerla en duda. Y si eso puede aplicarse al gobierno de los Estados Unidos, es igualmente válido para cualquier otro país en donde ocasionalmente se han reportado la presencia de extraños objetos que por lo general se desplazaban a velocidades impensables. De la misma manera, y por todos lados, hay personas que aseguran haber sido capturados y llevados a la presencia de estos seres: la descripción de su aspecto tiene varias constantes que se repiten en diferentes sitios.
Los defensores de la existencia de otras especies similares, e incluso superiores a la humana, se apoyan en dos verdades irrebatibles. En el curso del siglo anterior y presente, la ciencia ha logrado enormes avances en la exploración del espacio exterior y su fenomenología. De manera especial de las inconmensurables dimensiones del universo, lo que abre todas las posibilidades de la existencia incluso de otras culturas. La segunda verdad es de orden ético. Presumir que somos la única posible opción de vida inteligente en esa vastedad es de una vanidad igualmente difícil de imaginar.
En apoyo a la probabilidad de esos otros seres y de su presencia en nuestro planeta en tiempos muy antiguos se esgrime también la presencia de testimonios gráficos inexplicables en las pinturas rupestres de cavernas varias o de los rasgos fisionómicos de muchos de nuestros pobladores originales reflejados en pinturas y esculturas.
¿Nos revelarán alguna vez toda la verdad sobre este cinematográfico asunto?
Seguramente cuando ya sea muy tarde.
PARA LA MAÑANERA (Porque no me dejan entrar sin tapabocas): La mancha de chapopote en el Golfo de México ya está llegando desde las costas de Campeche a la playa Bagdad, en el norte de Tamaulipas. Pemex insiste en que es producto de una pequeña fuga, de una fisura de un centímetro de ancho por siete de largo, y que fue reparada entre el 3 y el 22 de este mes: 19 días para un pinche parche. Eso pasa cuando pones a manejar a una empresa petrolera a un ingeniero agrónomo.
felixcortescama@gmail.com
