Los 22 mandatarios estatales emanados del Obradorismo manifestaron en conjunto su apoyo a la Nueva Escuela Mexicana y la desneoliberalización de la enseñanza pública.
A través de un comunicado, los 21 gobernadores y el Jefe de Gobierno salieron al cruce contra las críticas desde el ala radical del bloque conservador hacia los nuevos libros de texto, que están comenzando a repartirse a las escuelas de cara al ciclo escolar 2023-2024.
No obstante, reconocieron que “no se podía esperar mucho de la derecha conservadora del país; se desenmascaran y quedan evidenciados como los retrógradas que son”.
Sobre la destrucción de los libros a la que llamó Acción Nacional, los gobernadores de Morena y el resto de la coalición obradorista señalaron que se trata de una acción que en su momento “fue impulsada y llevada a cabo por los personajes más siniestros de la historia reciente de la humanidad”.
“Adolfo Hitler mandó a quemar libros hace 90 años; el dictador (Augusto) Pinochet en Chile hizo lo mismo, inmediatamente después del golpe de Estado que lo llevó a usurpar el poder.
“Siempre que se quiso impedir el avance democrático, cultural y humanístico de la sociedad, se impulsó la destrucción de libros”, advirtieron.
Los conservadores, agrega el escrito, “no solo quieren que la gente pase por alto aquellos pasajes nefastos de la historia, sino también pretenden ignorar el papel trascendental de los libros de texto gratuitos para nuestra niñez, probablemente su único acceso a su primer libro de lectura”.
Asimismo, asegura que con esta posición, los adversarios de la Cuarta Transformación se están oponiendo al desarrollo integral de los niños, desde el conocimiento científico, histórico, cultural y humanístico. Rechazan los nuevos libros “con pretextos banales y faltos de argumentos convincentes”.
En el fondo, “saben que un Pueblo educado y bien informado no será susceptible de engaños ni podrá ser manipulado, ya no podrán retenerlo eternamente en la ignorancia para ser explotado”.
Finalmente, expusieron que la principal razón que generó esta campaña es que se terminó el negocio de la impresión de los libros que proviene del periodo neoliberal. Este permitía a empresas “corromper su producción al mejor postor”.
