Por Félix Cortés Camarillo
Desde que mi padre ejerció su primer castigo físico por mi supuesta ofensa al orden suyo, comencé a entender que el que paga manda. Y si se equivoca, vuelve a mandar.
Yo acabo de aprender otra escala de valores.
El presidente López inventó la más imbécil defensa de la ideología de los textos de texto aprobados por el presidente López y a punto de distribuirse: la réplica de los catecismos mañaneros para celebrar a las cinco de la tarde su versión vespertina para que entendamos los que no somos capaces de entender de su inspirador y patrono el señor Marx Arriaga Ahora hay vespertinas para explicarnos que somos muy pendejos.
Resulta que los millones de ejemplares de libros de texto para la enseñanza elemental en nuestro país ya fueron ideados, diseñados, escritos, corregidos, enviados a imprenta, empacados y enviados a los estados. Los gobernadores de la cargada ya votaron en pro. Hay gobernadores que se oponen a la distribución de esos textos. Y en eso andamos.
En eso andábamos cuando ciertos perspicaces comenzaron a pedir que se impida la distribución de esos panfletos, contrarios al raciocinio y, sobre todo, a la forma que los padres tienen acerca de la manera de que sus críos deben ser educandos.
En la primera vespertina, el señor Marx se aventó la de que los errores en los libros de texto no eran errores sino «áreas de oportunidad». Suena mucho, desde luego, a Confucio. No el de las confusiones, sino el otro. Así como nos confunden con el tal Marx. Que Confucio dijo entre otras cosas, “ gobernar es rectificar”.
Compro y enlisto algunas áreas de oportunidad del presidente Lopitos, comúnmente llamadas pendejadas:
- Cancelación del aeropuerto de la Ciudad de México que iba a ser líder en la zona. Se siguen pagando millones de pesos de indemnización
- Desaparición del Seguro Popular.
- Abolición de las escuelas de tiempo completo
- Desaparición de las guarderías infantiles
- Aniquilación de todos los fideicomisos
La lista es prolongada e indiscutible. Para cerrar, una frase de Confucio: “donde hay educación no hay distinción e clases”.
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