Por José Jaime Ruiz
La consejera presidente del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, Beatriz Adriana Camacho, y los consejeros ciudadanos, no pueden simplemente patear la designación en la vacante de curul que dejó Fernando Adame y su suplente, su hermana. Escudarse en una justificación legaloide puede ser, obvio, legal, pero deslegitima al instituto y a sus consejeros.
Haciéndole el caldo gordo al PRIAN, Beatriz Adriana se justifica para dejar de lado la discusión de quién debe ocupar la curul por un oficio enviado por Movimiento Ciudadano:
“Queremos valorar porque iba llegando unos minutos antes de la sesión, son como 36, 40 hojas, entonces queremos verificar qué es la información que contiene.
“Nos brindaba más información acerca del procedimiento de la baja, de la ausencia del diputado y del procedimiento, en términos generales. La sesión, no sé, tengo que revisarlo con el jurídico, con mis compañeros consejeros, no sé si la siguiente semana, eso lo tenemos que determinar apenas.
Ahora resulta que el PRIAN comete un ilícito al tomar la protesta ilegítima a Cecilia Robledo y Beatriz Adriana dobla las manitas ante Francisco Cienfuegos y Zeferino Salgado porque no pueden pronunciarse sobre la ilegalidad. Chefo y Paco usan de trapeador a Beatriz Adriana y ella acepta y asume ese domesticado papel.
Las evidencias de la ilegalidad están documentadas por toda la prensa regia y por las actas del mismo Congreso local. No sé si Beatriz Adriana y los consejeros ciudadanos debieran de actuar de oficio, pero al menos no deberían de dejarse pisotear y andar perdiendo su dignidad en público. Beatriz Adriana y los consejeros se deben a los intereses ciudadanos, no a los intereses del PRIAN en el Congreso, a los de Zeferino y Cienfuegos.
Es deber del Instituto Electoral definir al nuevo o nueva diputada y se están haciendo patos con la ilegalidad del PRIAN. Requerir información después del palo dado por Chefo y Paco es sometimiento del instituto al PRIAN. Ya se ve que el trabajo de los consejeros funciona como artículo de limpieza de los intereses de la mafia de esos partidos. Pobre Nuevo León, pobre instituto, tan lejos de la legalidad, la justicia y la democracia y tan sometidos a los caprichos del PRIAN.