Por José Jaime Ruiz
La consejera presidente del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, Beatriz Adriana Camacho, y los consejeros ciudadanos, no pueden simplemente patear la designación en la vacante de curul que dejó Fernando Adame y su suplente, su hermana. Escudarse en una justificación legaloide puede ser, obvio, legal, pero deslegitima al instituto y a sus consejeros.