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Por Félix Cortés Camarillo

¡Tanto que Lopitos se empeñó en acelerar el proceso de su sucesión, y apenas ayer comenzó, realmente, la carrera por la presidencia de la República!

Puesto en los términos de los pocos lenguajes que el presidente López dice entender, su ex canciller Marcelo Ebrard Causabón lo puso públicamente en el conteo crítico que los bateadores suelen enfrentar: tres bolas y dos strikes. Todos saben que el siguiente lanzamiento puede llevar al bateador a una primera base regalada por cuatro bolas, o regresarlo a la cueva donde está el equipo a la ofensiva, ponchado. Desde luego, puede pegarle a la bola out of bounds, como decimos en el golf, en terreno de foul, y prolongar brevemente la vida del bateador.

Así está hoy el presidente López, y esta mañana de jueves, si no sale como ayer en su catecismo con el imbécil chiste de que “con esta oreja oigo mejor” a propósito de los jóvenes asesinados, tendrá que pronunciarse ante el reto de Marcelo. O negocia una base por bolas, ganando tiempo, o se poncha con su precandidata. 

Yo no veo el home run por ningún lado.

Para referirme al desplante de Ebrard ayer, con el “sólido” respaldo que son las encuestas de preferencias electorales, yo tengo que referirme a otro lenguaje, que es el del póker: va mi resto. Se está jugando, con el gran elector, el todo por el todo.

Pero en la mesa de al lado, en donde se juega Baccarat, que es un juego que nunca he entendido, las mecánicas que operan Alito Moreno, Jesús Zambrano y un inane que comparte mi apellido paterno, pretenden jugar la variante que se llama en francés Chemin de Fer y han dejado fuera de la jugada, si es que la hay, a Enrique de la Madrid. El ferrocarril o la aplanadora, decíamos antes en mi pueblo.  A su vez, el hijo del expresidente y doña Paloma les dio una lección de dignidad en la contienda y de disposición a lo que todo mundo invoca pero nadie pone en práctica, la unidad. Es cuando en otra mesa verde salen dos dados marcando 2, 3 o 12: se llama craps. Originalmente en francés quería decir sapo. 

Se pierde, desde luego.

Volviendo al todo o nada de Marcelo, no le quedaba otra opción. Los mexicanos, más acostumbrados que otros pueblos a los cinismos de sus gobernantes, no se sorprendieron con la denuncia del carnal del uso de recursos públicos, las bardas, los espectaculares, los camiones de acarreo, todo eso que ya vimos en favor de Claudia Sheinbaum. Apoyado en ese nuevo evangelio de las encuestas, Marcelo insiste en que la contienda solamente es entre él y Claudia. Y que, si Palacio Nacional no saca las garras de las campañas, no se vale.

La pelota, como en otro deporte que me gusta y que es el tenis, está en la cancha de Lopitos. Hay que ver de qué humor amanece el gran elector. Y cómo anda su backswing.

PARA LA MAÑANERA (Porque no me dejan entrar sin tapabocas): ¿Cuántos son los cuerpos de personas asesinadas y segmentadas, metidas en bolsas de plástico y luego en congeladores o hieleras en Poza Rica? ¿Serán tres, como dijo el gobernador Cuitláhuac García, o 34, como dicen los alborotadores periodistas? ¿Siete, una docena, dos? 

Los que sean. 

Un asesinado es siempre demasiado.

‎felixcortescama@gmail.com

Fuente:

Vía / Autor:

// Félix Cortés Camarillo

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Autor: lostubos
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