Por José Jaime Ruiz
La candidata de la oligarquía, Xóchitl Gálvez, no tiene discurso, tiene posturas babeantes; no dialoga, grita… o se ríe con nerviosismo. Beatriz Paredes, militante del debate, es coherente, seria y sus recursos discursivos tienen algo que nunca va a tener Xóchitl: argumentación.