El misterio, la intriga y el crimen son temas que siempre han gozado de una gran popularidad en la literatura, generando géneros enteros dentro de la novela desde el siglo XIX en adelante. El término novela negra -que debe su nombre a la revista Black Mask, que se empezó a publicar en 1920- es ya un canon con su propio lenguaje, mitos y una legión de fieles seguidores, que cada mes inunda las estanterías de las librerías. Pero por esa misma saturación, separar el grano de la paja se hace muchas veces necesario. Ese motivo es el que nos hace hoy aventurarnos en una tarea complicada: seleccionar las diez mejores novelas negras de este siglo; de acuerdo con Librotea – Milenio.
Algunos de los clásicos del noir comenzaron su andadura a finales del siglo XX, pero ha sido en éste cuando han gozado de una mayor popularidad. Es el caso de Benjamin Black, el pseudónimo negro de John Banville, con obras como Los lobos de Praga, en el que abandona a su personaje fetiche, el doctor Quirke, para embarcarse en una obra que se une a la novela histórica. También de James Ellroy, eterno enfant terrible del género, que tiene en su bibliografía una obra extrañamente personal dentro de la novela criminal: Mis rincones oscuros, crónica del crimen que acabó con la vida de su madre y su investigación décadas después.
Los lobos de Praga
Mis rincones oscuros
El siglo XXI ha traído a las estanterías de los amantes del género a nuevos referentes, cada uno con una personalidad propia. John Connolly y su detective Charlie Parker es un ejemplo, con obras tan celebradas como Todo lo que muere. Otro, de gran éxito comercial, es el francés Pierre Lemaitre, que se adentra en los terrenos del thriller, y cuyo personaje Camille Verhoeven es seguido por sus fans en títulos como Irene.
Todo lo que muere
Irene
La novela negra, como si fuese un género líquido, se ha ido infiltrando en este siglo en todo tipo de latitudes, a la vez que se dejaba mezclar con otros géneros. En su saga protagonizada por el comisario Guido Brunetti, en títulos como Acqua alta, Donna Leon ha convertido a Venecia en un escenario de novela negra reconocible en todo el mundo. Por su parte, Fred Vargas en Tiempos de hielo juega con el género, la historia y el paisaje para crear una de las mejores obras de su reverenciada bibliografía.
Acqua Alta
Tiempos de hielo
El signo de los tiempos ha llevado a los autores de novela negra a incluir en sus tramas y personajes problemas sociales. Petros Márkaris, el gran autor del noir griego, trata en Offshore la corrupción y la evasión fiscal, un caso de su comisario Kostas Jaritos. Don Winslow, por otro lado, ha dedicado en su trilogía de la frontera al mundo del narcotráfico entre EE UU y México, comenzando por su apabullante El poder del perro.
Offshore
El poder del perro
La novela negra española, por último, goza de una buena salud que se refleja en los números de ventas. La saga de Bevilacqua y Chamorro, de Lorenzo Silva, es un ejemplo, con un título clave como El mal de Corcira que ahonda en el pasado en el País Vasco del primero. Y uno de los grandes fenómenos de ventas recientes es Domingo Villar, noir gallego que nos ha presentado a otro de esos personajes carismáticos, el detective Leo Caldas, en libros como La playa de los ahogados; publicó Librotea – Milenio.