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Archivo General de la Nación de México cumple 200 años

México apenas veía la luz como nación independiente cuando, dos años después de liberarse del yugo español y llegando a su fin el efímero imperio de Iturbide, junto con las ideas de una República Federal nació también la institución que tendría como finalidad rescatar, preservar y dar acceso público a los documentos que para ese entonces daban cuenta de los 300 años de vida de la América Mexicana. Así, un 23 de agosto de 1823, por propuesta de Lucas Alamán, entonces ministro de interior y relaciones exteriores, el Supremo Poder de Ejecutivo, encabezado por Pedro Celestino Negrete, Guadalupe Victoria y Nicolás Bravo, decretó la creación del Archivo General y Público de la Nación. Era la primera vez en la historia que la población general podría acceder a los documentos que durante tres siglos estuvieron reservados para ciertos funcionarios del virreinato.

Ignacio Cubas fue nombrado su primer director y tuvo como titánica misión ordenar los documentos de 300 años de virreinato. El archivo continuó creciendo con la documentación que generaban las instituciones nacionales y atravesó diferentes vicisitudes, como un éxodo durante la invasión francesa, cuando Juárez en carretas tuvo que peregrinar junto con los documentos esenciales del país, o durante la década revolucionaria, donde los documentos en más de una ocasión funcionaron como insumo para la guerra. Sobrevivió el Archivo y su acervo fue creciendo, colecciones particulares de gran valor para la historia nacional aumentaron su acervo, su gran volumen propició que se repartiera en tres sedes durante gran parte del siglo XX: Palacio Nacional, la Casa Amarilla de Tacubaya y el Palacio de Comunicaciones. Fue hasta el 27 de agosto de 1982 cuando logró concentrarse en una misma sede: la antigua penitenciaría de Lecumberri, la cual, tras 76 años de funcionamiento, cerró sus puertas el 27 de agosto de 1976 para iniciar su remodelación y ser adecuada para albergar los documentos históricos de la nación. El lugar que fungió como instrumento de la persecución política y la represión del antiguo régimen, se convertía así en un lugar de luz y conocimiento. Las celdas que por más de medio siglo alojaron a reos, ahora albergarían los millones de expedientes que consignan el andar de la nación mexicana. Pero las condiciones de conservación seguían sin ser las óptimas, por lo cual se construyó en terrenos contiguos un edificio con la tecnología de punta que permitiera el control de las condiciones ambientales y los espacios dignos para preservar de manera adecuada los documentos, el cual fue concluido en 2018: los documentos históricos tuvieron la última andada de su peregrinación y fueron trasladados a los depósitos de este nuevo edificio. 

Pero el Archivo seguía arrastrando los retos de antaño. Al inicio de la actual administración, Carlos Enrique Ruiz Abreu, director general del Archivo General de la Nación, emprendió una evaluación diagnóstica para conocer el grado de rezago y abandono de la institución, los datos fueron alarmantes: 60% de los documentos no se encontraban plenamente descritos, por lo que no se puede conocer con certeza la información que contenían, así como no existían instrumentos de consulta homologados, lo que en la práctica implicaba que el Archivo fuera inaccesible al desconocerse el contenido de poco más de la mitad de sus fondos y colecciones. En plena era digital, solo el 1% de los documentos se encuentran digitalizados, lo cual no solo compromete su consulta universal, sino también pone en riesgo su conservación al seguirse exponiendo al desgaste que implica su consulta física, por no mencionar los riesgos de sustracción y robo, que no han sido pocos los casos. Asimismo, la actual administración recibió un Archivo con un importante descuido en su conservación preventiva y restauración, y los procedimientos para su consulta desincentivaban su acceso. 

Asimismo, el Archivo General de la Nación recibió una nueva misión titánica en junio de 2019, cuando entró en vigor de la Ley General de Archivos, derivado de lo cual debió asumir la responsabilidad de darle acompañamiento a más de 10 mil instituciones públicas de todo el país para asegurar que organicen, administren y conserven la información que producen día a día, bajo criterios uniformes que aseguren la integridad, disponibilidad y acceso de la información pública. A casi cinco años de ese diagnóstico y gracias la sensibilidad del Presidente de la República, quien facilitó la asignación de recursos fiscales y del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado para aumentar los recursos humanos y materiales para emprender una labor masiva de descripción, organización, conservación y digitalización de los documentos históricos que custodia el AGN, así como para dar el acompañamiento y la capacitación archivística a las personas responsables de archivos en sus instituciones públicas y agilizar la revisión y dictaminación de sus instrumentos de control archivístico. Como resultado, este 23 de agosto de 2023 el director general del Archivo General de la Nación, Carlos Enrique Ruiz Abreu, en una ceremonia conmemorativa del bicentenario de la institución celebrada en las instalaciones del Archivo, y ante la presencia de las poco más de 500 trabajadoras y trabajadores que conforman , del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y de integrantes de su Junta de Gobierno, conformada por las personas titulares de diversas Secretarías Federales, informó sobre los logros obtenidos: se ha concluido la descripción de los fondos documentales más consultados, y al finalizar la administración se espera concluir la descripción de fondos y colecciones.

Ahora se cuenta con 11 millones de digitalizaciones de documentos históricos, y se proyecta que para 2024 sumen 15 millones. Se ha realizado un trabajo inmenso de conservación preventiva y restauración y se han facilitado los procedimientos de consulta, lo que ha permitido que en promedio se atiendan diariamente a 82 personas que acuden con diferentes fines a consultar los documentos históricos. En términos de desarrollo archivístico nacional, Ruiz Abreu informó que se ha logrado abatir el rezago de las bajas documentales pendientes por dictaminar que heredaron de la anterior administración, se ha generado una plataforma de capacitación archivística gratuita en línea que a tan solo cuatro meses de funcionamiento ha brindado más de 9 mil capacitaciones y se ha emitido la normatividad que facilitará a las instituciones públicas realizar la valoración de los documentos que están listos para ser transferidos a un archivo histórico o para ser dados de baja de manera ordenada y sin comprometer información importante que deba ser preservada. Pero el gigante que despierta aún tiene más retos que afrontar, el AGN como presidencia del Consejo Nacional de Archivos, debe impulsar la emisión de la normatividad que rija la organización y preservación de la información digital que prácticamente es el vehículo principal por el cual funcionan y operan las instituciones hoy en día, al momento no existen lineamientos específicos para asegurar la disponibilidad, integridad y accesibilidad de la información digital que a diario se genera e intercambia en el sector público, lo que pone en riesgo la conservación de la información que permitirá la construcción de la memoria histórica de nuestros tiempo actual, pues la administración pública federal, al igual que la sociedad en general, coexiste en el ciberespacio y genera diferentes tipos de documentos para los que no se han definido criterios específicos para su manejo archivístico: bases de datos, lenguajes de programación, correos electrónicos, videos de reuniones virtuales, mensajería instantánea, memoria fotográfica y videográfica, 

También se conocieron buenas noticias en materia de protección y restitución del patrimonio documental de la nación, con los recursos adicionales que el presidente ha gestionado para el AGN, se conformó la Subdirección para la Protección y Restitución del Patrimonio Documental, que ha desarrollado una doctrina jurídica para actuar judicialmente en los casos de sustracción ilícita de documentos históricos y ha logrado al momento el aseguramiento de 75 lotes de documentos que se identificaron en subastas y la restitución de 19 documentos históricos de extraordinario valor histórico.

Pero todo este esfuerzo sería ocioso e inútil si la población no conociera estos documentos y accediera a su contenido, un archivo cobra importancia en la medida en que la población se apropia de él, y para contribuir a este fin también hay importantes avances en materia de difusión del Patrimonio Documental de la Nación y la construcción y rescate de la memoria histórica nacional, gracias a la conformación del repositorio digital “Memórica. México: haz memoria” (memoricamexico.gob.mx) , una plataforma que alberga una extensa variedad de recursos digitales que dan cuenta del patrimonio documental y cultural del país, provenientes de diversos archivos públicos y privados y de varias instituciones educativas y culturales, siendo así que más de 300 mil recursos digitales se encuentran ya disponibles en esta plataforma. 

La conmemoración fue encabezada por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien se declaró un amante de la historia, lo cual explica la alta sensibilidad que ha tenido para canalizar recursos para el rescate de la memoria documental del país, pues dejó en claro el Presidente que no solo los mega proyectos y las grandes obras de infraestructura como el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas o el AIFA son los merecedores de las inversiones importantes del actual gobierno federal, sino también la protección y el rescate del patrimonio documental y adelantó que el Archivo General Agrario tendrá una nueva sede en la Avenida Juárez, de la alcaldía Cuauhtémoc de la capital del país. 

“La historia es la maestra de la vida, quien no sabe de dónde viene difícilmente sabrá a dónde irá”, expresó el Presidente, parafraseando a Marco Tulio Cicerón, para dar cuenta de su convicción para preservar la memoria nacional, y reconoció también la influencia que ha tenido su esposa, la investigadora y académica Beatriz Gutiérrez Müller, quien ha sido aliada estratégica para concretar el desarrollo archivístico del país y el rescate de la memoria histórica.

Destacó también el Presidente López Obrador el cumplimiento con el compromiso para abrir los archivos del terror, es decir, los expedientes que generaron diferentes corporaciones de inteligencia y seguridad y que dan cuenta de violaciones graves a derechos humanos, de lo cual da cuenta la apertura absoluta de los expedientes que generaron los agentes de la Dirección Federal de Seguridad, que ya se pueden consultar de manera irrestricta en el AGN, o la transferencia gradual que se está haciendo de los documentos del extinto Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional.

Se han dado pasos sólidos y largos en la recuperación y construcción de la memoria histórica del país, pero el reto sigue siendo grande, además de concluir el rezago en la catalogación y conservación del total de colecciones y fondos documentales que resguarda el AGN, se debe resolver el rezago que de igual manera experimentan las diversas instituciones públicas del país, es necesario elevar la cultura archivística en todas las instituciones públicas del país para que las personas servidoras públicas desde el momento en que generan la información, sepan cómo organizarla, catalogarla y conservarla, para asegurar la construcción de la memoria histórica del presente, particularmente en la era digital en que la mayoría de las interacciones se dan en el mundo digital.

La memoria histórica de México sigue en proceso y es importante asegurar la conservación de los documentos que nos permitirán reconstruirla. 

Fuente:

// Con información de SPR

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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