Por Obed Campos
Lo bueno es que ya mañana es sábado y hoy por la tarde noche, puede uno prender el carbón y abrir la primera (bien helada, eso sí).
Lo malo de los fines de semana es que duran muy poco y, en este país que nos tocó, es como cerrar los ojos y pretender que se vaya la peste al tener que usar el baño de la Central de Autobuses. Es decir, la gloria nos dura poco.
Hago este recuento de eventos fatídicos que de ninguna manera pretendo sean cómicos. La cosa está que arde y comienzo pensando en el lío de los libros de texto tan arrastrado ya, el gran escándalo y la afectación es para los padres de familia que, como yo, no tienen recursos para pagar una escuela privada.
El decreto, firmado por titular de la SEP, Leticia Ramírez, cuya alma parece cautiva de alguna isla tropical del Caribe, establece que el Plan de Estudio para la Educación Preescolar, Primaria y Secundaria, y los Programas de Estudio que deriven del mismo, iniciarán su aplicación para todos los grados esos, en el ciclo escolar 2023-2024… Y no le hace que el año pasado, en el 2022 fuera suspendido por órdenes de un juez.
Pero ya ve usted que ahora sí, que contrario a la canción de José Alfredo, la palabra de un juez no es la ley y el presidente López se la pasa por debajo del arco del triunfo cada vez que le son adversos los fallos… Además de que se emberrenchina y patalea como chiquito.
Pues muchas lumbres en la hoguera de la educación de nuestro pobre México…
Mientras tanto, los planteles escolares son saqueados, por falta de vigilancia, y si no se están cayendo por cero mantenimiento, es que Dios es muy grande, aunque rece la máxima aquella de lo de que nuestra educación debe de ser “laica, gratuita y obligatoria”…
Y como no es ni gratuita ni obligatoria, qué carajos tiene que yo meta a Diosito en esto…
Ya nada mas falta que decreten la creación de una policía del pensamiento y coordinen las quema de libros oficial a las 8 de la noche en las plazas públicas… Como ya pasó en San Cristóbal de las Casas en Chiapas.
Oiga y no sé si ya lo publiqué en otra ocasión, pero Rutilio Escandón, el gobernador de aquel estado, lamebotas de AMLO, no es más menso porque no se levanta más temprano.
Pues resulta que contra todo pronóstico y todo buen consejo de expertos en seguridad, el cual prohíbe negociar con secuestradores, el mandatario facilitó cinco millones de pesos en efectivo para que vecinos de la comunidad de Oxinam, Chiapas, liberaran a los hijos de la presidenta municipal de Mitontic, Maruca Méndez y del presidente de Usos y Costumbres, Fernando López López.
Los chicos fueron secuestrados la madrugada del 13 de agosto junto con el tesorero del municipio por una turba que exigía les llegaran los cinco millones para “obras de la comunidad”… Y Rutilio se los concedió.
Los muchachos y el funcionario fueron liberados, pero si luego Rutilio no se los quita de encima a los plagiarios no va a ser culpa de nadie más.
Y de esto ya van dos veces que escribo: una muchacha llena de vida, prometedora, buena estudiante, se fue a hacer ejercicio a Santa Catarina, en su bici, como muchos y muchas a La Huasteca y ahí perdió la vida porque fue embestida por la camioneta que manejaba un borracho de amanecida.
Eso no es lo peor, lo peor, es que el juez liberó al presunto responsable para que siga su proceso desde su casa.
¡Que cómodo! Yo he tenido experiencias cercanas de percances viales menores, y aun con seguro, y con todos los derechos pagados del carro, vas al bote al menos 24 horas.
Ah, y que no te toque fin de semana…
Y jodidos los nuevoleoneses que estamos, ahora sí, encerrados en Monterrey, porque atreverse a tomar carretera y salir rumbo al centro de la república es suicidio.
Por Zacatecas, ya ve usted que es la mismísimo sucursal del averno… Y San Luis Potosí, que por años estuvo en paz, hoy los asaltos en la Carretera Central a la altura de Matehuala, demuestran que ahí manda el crimen organizado y no el gobernador Ricardo Gallardo Gaona.
Y ahora sí, que, como diría nuestro “Cabecita de algodón” los políticos no tienen llenadera… Y por eso estamos como estamos.
No me haga caso por favor, y disfrute su fin de semana en familia o con sus querencias.
