Por José Jaime Ruiz
La senadora Beatriz Paredes tiene de dos sopas, aguantar la embestida del presidente de su partido, el PRI, Alejandro Alito Moreno, y del gerente del Frente Amplio, Claudio X. González, para que se baje de la contienda y decline implícita o explícitamente por la candidatura oligárquica de Xóchitl Gálvez. La otra sopa es que baje la cabeza y acepte un hueso plurinominal para atender su futuro político, a la manera de Enrique de la Madrid y de Santiago Creel.
La democracia es lo de menos porque lo que sucede es el dedazo, la cargada que anunció desde hace semanas el presidente Andrés Manuel López Obrador a favor de Xóchitl. La simulación sigue en marcha y la farsa desnudará al PRIAN. Por eso el inteligente deslinde de Dante Delgado y Movimiento Ciudadano de no apoyar a los impresentables.
Como posteó Sabina Berman: “He visto torpezas políticas. Esta –un Frente Opositor que se auto-designa defensor de la democracia y no resiste la democracia a su interior– es la más torpe de todas. ¿Ahora quién les creerá que luchan por la democracia?”
Lo adelanté el 17 de agosto en una columna: “Beatriz Paredes no le ganará a Claudia Sheinbaum pero le podrá dar al PRI supervivencia, esto es, una tercera fuerza política en las cámaras que desplace la corrupción y la perversidad de Alejandro Alito Moreno. Para subsistir, el PRI tiene que deshacerse de Alito”.
Humillada públicamente, Beatriz Paredes puede romper con la farsa de una elección antidemocrática. ¿Por qué el Frente Amplio no quiere a Beatriz? Porque si no se apresuran, muy pronto se sabrá que, de nuevo, su logística y poder de convocatoria falló.
¿Por qué adelantaron los resultados este miércoles a favor de Xóchitl Gálvez? Porque no tienen tiempo para estructurar el voto y requieren que Beatriz no siga creciendo y Gálvez desinflándose. Como bien lo escribe el analista electoral Héctor Gutiérrez de la Garza:
“Que no nos engañen los del Comité del Frente Amplio. A Beatriz Paredes injustamente la bajan por tres cosas: 1) Al día de hoy no están ubicados los centros para votación el domingo. 2) Pronostican no más de 300 mil votantes. 3) La traición de Alito es como el invierno… siempre llega.”
Los supuestos quince puntos de diferencia en la encuesta adelantada sólo hablan de que se embarazó el ejercicio demoscópico. Y, así, Beatriz Paredes acepta dócilmente un futuro hueso fácil de roer o le hace caso a López Obrador: “Beatriz, aguanta, que el pueblo se levanta”.