El presidente y director general de Femsa señaló como preocupante que, de acuerdo a encuestas, solo el 35 por ciento de la población en México respalda la democracia.
Durante su discurso en la entrega del Premio Eugenio Garza Sada en su 30 aniversario, José Antonio Fernández Carbajal instó ha ser ciudadanos responsables para proteger a la democracia; informó MILENIO.
«Seamos ciudadanos responsables para proteger a la democracia. Impulsemos la economía de mercado a través de un sistema que se preocupa siempre porque la prosperidad llegue a todos: hablo del capitalismo consciente», dijo.
Señaló que es preocupante por ejemplo, según algunas encuestas recientes que indican que en México, solo el 35 por ciento de la población respalda la democracia, mientras que el 33 por ciento favorece una opción autoritaria.
El presidente y director general de Femsa pidió los presentes guardar un minuto de silencio en memoria del que fuera director general de Femsa, Daniel Rodríguez Cofre, quien falleció el pasado mes de agosto en Santiago de Chile.
«Pero antes de continuar quisiera recordar a un hombre bueno y generoso, que partió muy pronto hace algunos días: nuestro queridísimo Daniel Rodríguez Cofré, Director General de FEMSA y miembro del Comité Directivo del Premio Eugenio Garza Sada. Inspirador, que generaba confianza y minuto de silencio», añadió.
«Me da mucho gusto que celebremos los 30 años del Premio Eugenio Garza Sada establecido por Femsa y el Tecnológico de Monterrey para reconocer y celebrar la vida y la obra, el legado de Don Eugenio Garza Sada».
Mencionó que cuando se estableció el Premio Eugenio Garza Sada, México y el mundo eran muy distintos.
«Para entonces, un mismo partido había gobernado por 64 años este país. La economía, cerrada por décadas, estaba a punto de abrirse con el Tratado de Libre Comercio. China apenas era la novena economía del mundo, incluso más pequeña que la de Italia o de España y había menos de 15 millones de usuarios de internet en todo el planeta».
Indicó que indudablemente de 1990 a 2020 se vivió un cambio extraordinario, con la consolidación de la democracia y la globalización de la economía de mercado.
Apuntó que mejoraron notablemente los niveles de bienestar de la población mundial: se redujeron la pobreza, la mortalidad infantil y materna; se elevó la expectativa de vida; mejoraron la salud y la educación; se construyó vivienda e infraestructura; y además, ocurrió una gran revolución tecnológica.
Refirió una cita del historiador sueco Johan Norberg, las condiciones de vida de la humanidad mejoraron en 30 años, mucho más que en los últimos tres milenios juntos.
«Quedó claro que el mejor sistema para la libertad y la prosperidad del ser humano, es el de la democracia y economía de mercado», añadió.
Sin embargo, a pesar de este gran avance histórico, quedaron muchas tareas pendientes. La desigualdad, la falta de oportunidad, la inseguridad, el deterioro ambiental y la mala calidad de vida cotidiana, provocaron inconformidades políticas y actitudes cívicas que en muchos países, han puesto en peligro a la democracia.
Fernández Carbajal, preguntó: «¿Qué significa ser un buen ciudadano? Pues es pensar en los intereses de toda la sociedad, más que en los particulares. Involucrarse todos en temas que sean relevantes para el bien general. Participar en acciones comunitarias. Ser tolerante: escuchar, negociar, pero actuar con civilidad. Oponerse a la violencia. Conocer, respetar y cumplir con la ley. Rechazar la corrupción y la impunidad que tanto daño nos ha hecho».
Pero es indudable, dijo, que para contar con ciudadanos responsables y participativos, la mayoría de la población debe encontrar oportunidades de bienestar.
«El capitalismo consciente nos puede ayudar en ese sentido, porque los beneficios de la actividad empresarial, motor de la economía, deben distribuirse en toda la sociedad».
«Hemos llegado al concepto de capitalismo consciente como resultado de una evolución. Don Eugenio nos mostró el camino ofreciendo sueldos competitivos, compensaciones mayores a las de la ley y servicios de salud, vivienda, ahorro, préstamos, despensas, seguros, educación, arte, cultura y recreación. Todo esto, antes de que fueran prestaciones establecidas en la ley».
Asimismo, el empresario comentó que don Eugenio se propuso, junto con un grupo de empresarios de Nuevo León, crear una institución de excelencia sin fines de lucro: el Tecnológico de Monterrey.
«Don Eugenio actuó siempre con ética, sentido de propósito, templanza, discreción y austeridad. Defendiendo su libertad, fue asesinado cobardemente hace 50 años, en septiembre de 1973», subrayó; de acuerdo con MILENIO.