El Ministerio de Relaciones Exteriores de la India informó en un comunicado que un diplomático canadiense tendrá que abandonar el país en los próximos cinco días, esto tras la disputa diplomática por el asesinato de un líder religioso de la comunidad Sij en territorio canadiense.
Esta medida se toma como respuesta a la expulsión de un alto diplomático indio de territorio canadiense el día de ayer, 18 de septiembre, tras la declaración del primer ministro, Justin Trudeau, quien señaló que hay “elementos creíbles” que sugieren que el gobierno de la India es responsable del asesinato de Hardeep Singh Nijjar, un líder sij y ciudadano canadiense.
Este martes el gobierno de la India descalificó las acusaciones del mandatario canadiense, y aseguró que son “absurdas”.
Singh Nijjar era un conocido activista a favor de la creación de un estado sij, conocido como Jalistán, cuestión que fue calificada por la India como “terrorismo y conspiración”.
Las declaraciones de Trudeau fueron respaldadas por la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, quien anunció la expulsión del jefe de la agencia de inteligencia india en Canadá (RAW).
“Las acusaciones de que un representante de un gobierno extranjero puede haber estado involucrado en el asesinato de un ciudadano canadiense aquí en Canadá, en suelo canadiense, no solo son preocupantes, sino que son completamente inaceptables”, expresó la ministra Joly.
La diplomacia indio-canadiense viene en picada desde 2018
El estado indio de Punjab tiene 60% de población sij y 40% hindú, y ha vivido momentos separatistas desde 1980 el cual se intensificó violentamente en 1990, cuando murieron miles de personas.
Cabe señalar que el 2% de la población de Canadá es parte de la comunidad sij, cuestión que ha sensibilizado las relaciones diplomáticas con la India desde 2018, cuando Trudeau visitó el país indio junto a su familia, sin embargo, horas antes de reunirse con su homólogo, Narendra Modi, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la India recriminó al primer ministro canadiense por reunirse en una cena en Nueva Delhi con Jaspal Atwal, un extremista indo-canadiense condenado por sus vínculos con un grupo insurgente sij.
En 2020 la tensión volvió a acrecentarse luego de que Trudeau criticó a la India por la gestión de las protestas campesinas por la reforma agriaría, cuestión que hizo que el país asiático exigiera al mandatario canadiense “dejar de entrometerse en asuntos internos”.
Finalmente, la potencial crisis diplomática se disparó cuando Singh Nijjar fue asesinado por dos hombres enmascarados el pasado junio frente a un templo sij ubicado en Canadá.
Está semana los mandatarios canadienses e india, Trudeau y Modi, concurrieron en la cumbre del G20, sin embargo, no hubo encuentros bilaterales, ni negociaciones, salvó una pequeña conversación al final del foro, denotando que esta relación está sumamente desgastada.
Imagen portada: SPR Informa