Por José Jaime Ruiz
En una entrevista de hace años, Carlos Alazraki le dio un consejo puntual de mercadotecnia a Roberto Madrazo: “Yo tenía la solución, esta campaña no se gana con publicidad, se gana con propaganda y mientras más mentiras contra MORENA mejor te va”. Ahora Alazraki se deslinda de su sentencia porque, karma o realidad, limosnea dinero entre su público de televisión y ciudadanos para sostener su proyecto desinformativo. En verdad os digo, Carlos: “Mientras más mentiras contra Morena… peor te va”.
El mendicante Alazraki ya probó en presupuesto propio que mentir y ser adversario vulgar de la 4T nomás no le da ni para sus chicles ni para su canal. No lo sé de cierto, pero supongo que a los youtubers e informadores en redes sociales de la Cuarta Transformación les va “requetebién”, puesto que monetizan mucho mejor que el fascista Carlos Alazraki. Mientras más verdades a favor de la 4T… mejor te va.
Los medios de derecha están en declive. Televisa tiene que transfigurarse en nuevos nombres para pretender subsistir, la “marca Televisa” es una marca desdeñada por los ciudadanos. Televisión Azteca tiene que comprar jueces para sobrevivir; Ricardo Salinas Pliego está tan desesperado que su candidato es el ultraderechista Eduardo Verástegui. El Grupo Reforma de Alejandro Junco de la Vega entró en crisis, no sé si es una crisis terminal. El periódico El Norte de Monterrey se sostiene por su suplemento fifí Sierra Madre y la tendencia en su bancarrota es deshacerse de medios, más temprano que tarde vendrá la desaparición de Mural, de Guadalajara.
Xóchitl Gálvez refleja en su campaña la crisis de sus patrocinadores. Al agredir en su discurso a Enrique Peña Nieto, agrede a los priistas. Al abortar su posición supuestamente izquierdista a favor del aborto, renuncia a un liderazgo y hace de las fuerzas políticas de derecha que la apoyan, no gelatina sino mermelada electoral. Plagiaria consuetudinaria, su informe de actividades para graduarse la desnuda como ladrona, huevona y pendeja. Y, más que plagios, sus photoshops mentirosos de la concentración en El Ángel o sus “muestras” de apoyo con sus ubicuos personajes en Tabasco y California, desenmascaran la miseria política de su campaña.
La narrativa de las gelatinas, de la bicicleta, de su enriquecimiento a través de la cultura del esfuerzo, se derrumba cuando se exhibe en sus “camionetotas” y es abucheada por los ciudadanos del sureste mexicano, puntual rechazo a su discurso de que nuestros estados del sur no trabajan ni ocho horas o son descalificados como mano de obra para Tesla.
La campaña de Xóchitl Gálvez entró en una etapa de crisis, de auto/demolición. Xóchilt y sus secuaces de los medios de comunicación de derecha están en caída, no libre, pero caída al fin y al cabo. Parodiando a Carlos Alazraki, te lo digo a ti, Xóchitl, entiéndelo tú, Claudio X. González: entre más mentiras promuevas en contra de Claudia Sheinbaum y la 4T, peor te va.
