Por Francisco Tijerina Elguezabal
Y en el Municipio de Monterrey alguien está haciendo lo que al parecer son cosas bastante, mucho, pero muy malas, disfrazadas de cosas buenas.
Ayer por la tarde acudió a mi colonia un grupo de personas que dijeron ser empleados del Municipio a, presuntamente, levantar una encuesta casa por casa.
Visitaron domicilios preguntando a los vecinos “¿Qué obra grande, pero grande, grande, quiere usted que se haga en su colonia?”
Y así anduvieron y obvio desconozco lo que la gente les respondió, pero cuando la mujer encuestadora llegó a mi casa y apenas había formulado la pregunta, de la nada apareció otra que alzando la voz y su teléfono celular sentenció: “Pero le voy a tomar una foto”.
La respuesta de mi familiar fue clara, precisa y contundente: “Ni se te ocurra”.
La encuestadora quiso mediar y dijo: “Bueno, sin foto, sigamos con la encuesta”, pero para ese momento ya la confianza se había roto y así la persona encuestada, al tiempo que se daba la media vuelta y reingresaba a la casa, simplemente respondió: “Ya no”.
Esto no es, ni debe ser, la participación ciudadana en la administración pública. Una encuesta es eso, una herramienta que sirve para conocer opiniones, pero no se le puede dar el sentido de un aporte de la ciudadanía para hacer gobierno.
Entonces, ¿Cómo por qué y sobre todo para qué se hacen encuestas tomando fotos? ¿Qué es lo que en realidad están haciendo las huestes de Luis Donaldo Colosio? ¿De qué dependencia venían?
Son muchas preguntas sin respuesta que sería ideal que el alcalde o su Secretario del Ayuntamiento, Agustín Basave, nos respondieran.
Pero de que el asunto parece malo, malo, malo, sí lo parece y voy a seguir indagando hasta encontrar con el responsable.