Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son un problema de salud pública presente en 1 de cada 4 adolescentes en México, según la Secretaría de Salud. Los tipos de TCA más comunes son la bulimia, anorexia nerviosa y los atracones; revela MILENIO.
De acuerdo con el doctor Ricardo Nanni, director general de Grupo Punto de Partida, los pacientes de TCA pueden sufrir de depresión, ansiedad o estrés postraumático. Además, pueden tener ideas suicidas o consumir algún tipo de sustancia adictiva, añadió. Todas estas condiciones son disparadores del trastorno alimentario.
Estas enfermedades se presentan en personas muy jóvenes, por ello como padres o madres es importante estar alerta sobre el comportamiento de los hijos.
“Acercarse desde lo emocional, para mostrar apoyo y entender que la preocupación por el peso y apariencia es solo la punta del iceberg”, comentó la doctora. Rosalia Rodriguez a MILENIO.
La especialista explica que los padres deben poner atención si notan que el hijo va al baño inmediatamente después de comer o esconde envolturas de comida, porque es probable que padezca un TCA, condición que, al causar desnutrición, tiene consecuencias en diferentes sistemas del cuerpo, entre ellas osteoporosis, pérdidas dentales, anemia y alteraciones en el desarrollo.
Los TCA se deben atender con un panel de multiespecialistas, que van de psicólogos y psiquiatras a nutriólogos, para revertir o detener los daños.
La Clínica Mayo describe la bulimia como un trastorno alimentario grave y potencialmente fatal. Entre los síntomas mencionan el preocuparse por la forma del cuerpo y el peso, episodios de comer cantidades excesivas de comida de una sola vez, forzar el vómito o hacer demasiado ejercicio para no aumentar de peso tras el atracón, y usar laxantes, diuréticos o enemas cuando no son necesarios.
En cuanto a la anorexia, se caracteriza por el peso corporal bastante bajo de quienes la padecen; las personas con este TCA suelen tomar acciones drásticas para seguir adelgazando o evitar aumentar de peso. La Clínica Mayo indica que sus síntomas están ligados a la inanición, pérdida de peso excesiva, fatiga, insomnio, mareos o desmayos, deshidratación, y ritmo cardiaco irregular.
Los atracones alimentarios son un TCA grave, en el que se come de manera excesiva al perder la sensación de control. Los síntomas son comer en cantidades inusualmente grandes, sin la sensación de hambre; comer solo o a escondidas, sentirse deprimido, enojado, avergonzado o molesto por los hábitos alimentarios, según la Clínica Mayo.
Atención de los padres
Ana Rosa García Berdeja, especialista del Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N. Navarro, señala que la mayoría de personas con TCA buscan apoyo médico hasta 10 años después de mostrar los cambios en su alimentación, cuando su organismo ya tiene daños muy evidentes.
Por ello, es importante que los padres estén atentos a las banderas rojas sobre el comportamiento alimentario de sus hijos e hijas, para entrar en acción si se detecta alguno de los síntomas antes descritos.
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