Por Francisco Tijerina Elguezabal
“El asunto sería cómico,
si no fuera tan patético”
Yomero
El asunto de la aprobación de la licencia solicitada por el Gobernador Samuel García al Congreso para separarse seis meses de su cargo está cantado, como dicen en mi rancho “desde enantes”. O se la dan por la buena o el Tribunal se los ordena.
Sin embargo las formas, los tiempos y sobre todo los argumentos que algunos actores expresan son dignos de análisis.
Para desternillarse de risa los motivos que expone el coordinador naranja en el Congreso, Eduardo Gaona, que deja ver en su vehemencia su escala de valores y el orden que para él tiene la vida.
Gaona dijo que “la licencia debe otorgársele al Ejecutivo estatal de inmediato, porque el proceso interno de su partido inicia el próximo viernes 3 de noviembre”.
Queda claro entonces que para el diputado emecista primero está el partido y después el pueblo de Nuevo León.
Agregó que “no debe haber cabildeos en el asunto, pues se trata de asuntos políticos-electorales que debe de respetar la solicitud del Gobernador”. Ajá.
«Es importante», añadió, «que el Gobernador se apegue a los estatutos internos del partido Movimiento Ciudadano y Movimiento Ciudadano establece que aquellos que tengan intención de inscribirse a las precandidaturas para presidente de la República deberán hacerlo el 3 de noviembre”.
Y si es tanta la prisa, ¿por qué no envió el escrito antes?
Y para ponerle la cereza al pastel Gaona dijo: «Entonces estamos ya con los días encima, por lo tanto, vamos a pedir este Congreso que el asunto sea turnado de carácter de urgente, que la Comisión sesione, también de carácter de urgente, y que se fue que se regrese otra vez».
Queda claro que para el coordinador naranja no hay otra prioridad que lo que dicta su partido y lo demás es lo de menos.
Una argumentación -cositas él, ternurita- que debería dar harta risa, pero termina dando pena, mucha pena, porque ni era necesaria, ni son las formas de pedir las cosas.