El ex secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, aseguró que su detención en Estados Unidos —acusado de vínculos con narcotraficantes— formó parte de un plan para afectar a México; señaló MILENIO.
Además, agradeció al presidente Andrés Manuel López Obrador su valiente defensa porque se trataba de afectar a todas las Fuerzas Armadas mexicanas.
Cienfuegos dijo que aún está esperando la disculpa o el desagravio del gobierno de Estados Unidos por haberlo acusado de manera inverosímil, injusta y vil y reveló que el acuerdo que firmó en ese país antes de regresar, aseguraba que si no coincidían con la decisión de la Fiscalía mexicana, se reservaban su derecho de proceder nuevamente en su contra.
“Yo creo que todo eso formó parte de este plan, de este programa para perjudicar a México. No afectaron al ex secretario de la Defensa Nacional, afectaron a las Fuerzas Armadas, las ofendieron, y agredieron al Estado mexicano”, expresó Cienfuegos Zepeda en una entrevista con el periodista Jorge Fernández Menéndez, transmitida por ADN 40.
Cienfuegos dice que cuando habló con el general secretario Luis Cresencio Sandoval, apenas regresó a México al aeropuerto de Toluca y llevado en helicóptero al Campo Militar, se enteró de lo que causó la acusación en su contra.
“Ahí me platicó más o menos todo lo que pasó. Desde la detención, la gran molestia que se dio en México, la ofensa que sintieron las Fuerzas Armadas por lo que había pasado conmigo y se habían dado la tarea de investigar y yo quiero de manera muy reconocida agradecerle al Presidente de la República su oportuna y valiente intervención.
—¿Se arrepiente de algo?—
«No, no me arrepiento de nada, estoy muy orgulloso de lo que hice y lo que fui y no me arrepiento de nada, lo único que pasó es que me pusieron una piedra en el camino, pero que finalmente aquí estoy».
Cienfuegos habló por primera vez de las humillantes condiciones a las que fue sometido en los 33 días que permaneció detenido en Estados Unidos luego de su arresto el 15 de octubre de 2020 en el aeropuerto de Los Ángeles a donde viajó a vacacionar con su familia.
Afirmó que los agentes de la DEA le insistieron en cooperar con información, considerando que aportar algún dato implicaba aceptar su responsabilidad en el vínculo que se le atribuyó con Juan Francisco Patrón Sanchez, identificado como el H2, eliminado en un operativo del Ejército y la Marina en 2017.
“En ningún momento acepté, incluso ellos corrieron el rumor, los agentes de Estados Unidos, de que yo había pactado cooperar con ellos y que inclusive iba a dar nombres y no sé qué tantas tonterías (sic). Esa noticia llegó a México y obviamente preocupó a mi familia por lo que se estaba diciendo, pero también y aquí es un reclamo por lo mismo que pasó con esas autoridades en Estados Unidos, pusieron en peligro a mi familia”, expresó.
Cienfuegos afirmó que, como cabeza del Ejército, ni siquiera tenía a su cargo la coordinación de operativos contra el crimen organizado; aseguró que nunca conoció a los criminales con los que se le relacionaba, dijo que desde 1964 cuando ingresó al Colegio Militar su único problema fue dicha acusación en la que además le atribuían reuniones con los integrantes del crimen identificados como el H2 y el H9, cuando hay constancia de que precisamente esas fechas desempeñaba funciones oficiales y públicas, una en la conmemoración de la Fuerza Aérea con el entonces presidente Enrique Peña, otra la develación de la placa del Soldado Desconocido y la tercera una reunión de gabinete de seguridad encabezada por el ex secretario de Gobernación.
“No solamente es inverosímil, es difícil de creer que eso se pudo haber dado. Si usted ve mi expediente y mi ruta, pues va a encontrar que yo estuve en muchos lugares donde formé mandos, hoy hay generales que fueron alumnos míos ¿cómo puede alguien pensar que quien estuvo formando a estos que ahora son los generales que están ya llevando las riendas de la institución, pueda prestarse a un negocio ilícito como este tipo?”, cuestionó.
Ante la pregunta sobre si guardaba enojo o rencor, Cienfuegos expresó que “fue algo inmerecido, sería yo todavía más fuerte, es una injusticia, una vileza lo que hicieron conmigo porque no me afectaron a mí nada más, afectaron a mi familia y mi familia son mi esposa, mis hijas y mis nietos.
«A mí me afectaron directamente, y lo he dicho y lo repito: no nada más a mi, se fueron a pegarle a las Fuerzas Armadas. El principal socio que tienen los Estados Unidos para combatir las drogas en el mundo somos las Fuerzas Armadas mexicanas”, aseguró.
Al ofrecer detalles del maltrato que recibió en los centros de detención en ese país, también relató que todo el tiempo recibió atención de la cónsul Marcela Celorio, quien le recomendó a un abogado y mediante quien le envió una carta al presidente López Obrador pidiendo su intervención.
El general señaló que su abogado dijo desconocer qué pasaba, pero que estaba a punto de salir y librar los cargos, pues se trataba de algo que “están viendo en Washington” y así llegó a la audiencia donde la juez le dio la palabra al representante de la fiscalía, quien dijo que habían solicitado el desistimiento de los cargos en su contra porque “para ellos era más importante la relación con México que procesar a un general”.
Además afirmó: “he esperado dos años 8 meses que digan que se equivocaron, o cuando menos una disculpa, un desagravio. No, no ha habido nada de eso, lo que sí quedó muy claro es que si ellos no quedaban conformes con la determinación de la autoridad judicial mexicana, ellos podrían reabrir el caso, eso lo mencionaron y está por escrito. Yo ya no podía hacer más, la jueza determina, ordena que de inmediato sea yo regresado a México”, apuntó.
—¿No ha habido cambio, se puede reabrir esa investigación?—
«Nada, en absoluto, yo he estado pendiente. Según el acuerdo, además, al que se llegó podrían, no lo han hecho. Se me olvidó decir que cuando soy detenido, uno de esos agentes me dice tenemos más de mil llamadas de usted con el H2 y el H9, no han presentado una sola»; reportó MILENIO.
Imagen Portada: Cuartoscuro
