México debe de consolidar un ecosistema de vacunación capaz de garantizar que los biológicos lleguen a los brazos de la población, con o sin emergencia sanitaria, como la vivida con covid-19, coincidieron expertos; publica MILENIO.
“Vimos el bajón en las coberturas de vacunación durante la pandemia y no fue nada más en México, fue en general, en la mayoría de los países de la región.
«Nos habla de que los sistemas de salud no fueron resilientes en el sentido de seguir trabajando durante la pandemia”, explicó Francisco Becerra, ex subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La capacidad de resiliencia, de sobreponerse a situaciones adversas va más allá de intervenir cuando el país se enfrenta a una emergencia o a un huracán.
Se relaciona “en seguir otorgando los servicios de salud y México falló y podemos ver que otros países no lo hicieron, Costa Rica, Chile mantuvieron las coberturas de vacunación”, explicó Becerra durante su participación durante la 9 Edición del Premio Vacunar para dar Oportunidades, organizado por Sanofi y transmitido en la multiplataforma de MILENIO Foros.
“Si tenemos a todos los niños protegidos con vacunas, les estamos dando una gran oportunidad de salud y de vida para que puedan crecer sanos. Sin embargo, si seguimos con esta tasa de descendencia que ya viene desde 2012, más o menos, eso nos pone en una situación crítica porque hay muchos niños recién nacidos que no han sido vacunados. Con la pandemia se perdieron los esquemas de vacunación”, añadió.
Por ello, “no podemos estar dependiendo de la producción de vacunas, como pasa en América Latina, desgraciadamente. México, nuestro país, antes era productor de vacunas, ahorita ya no somos”, destacó ante Regina Reyes-Heroles, directora editorial de MILENIO Foros.
Por lo demás, “seguimos siendo una región débil en cuanto a la producción y la investigación de vacunas”, aseveró el ex subdirector de la OPS en la mesa de diálogo sobre ecosistemas de vacunación en la que participaron André Soresini, director General de Vacunas en Sanofi México; María del Carmen Villegas, coordinadora de Programas Institucionales del Instituto Politécnico Nacional y Giorgio Franyuti, director ejecutivo de Medical Impact.
Franyuti precisó que aunque Latinoamérica tiene el potencial de enfrentar grandes retos al contar con científicos e instalaciones de alta gama y de calidad para llevar a cabo investigación y desarrollo, aún no logra ponerse de acuerdo sobre cómo mejorar lo ya existente y las rutas hacia la autosuficiencia vacunal.
“Hubo una pérdida de vidas humanas. Incontables. La preparación pandémica se viene hablando en la academia desde hace décadas. Y acabamos de ver una de las olas que ha retirado la vida de millones de personas en el planeta. Y no despertamos lo suficiente”, opinó.
En México se desarrolla la vacuna contra influenza, producto de la alianza entre el gobierno mexicano con su homólogo francés.
Se invirtió, desde 2012, más de 5 mil millones de pesos en la construcción de dos plantas de producción, ubicadas en Ocoyoacac -se producen los antígenos- y en Ecatepec, Estado de México, las cuales contribuyen a inmunizar contra influenza a 40 millones de mexicanos todos los años, detalló Soresini.
“Investigación, sin producción, es un proyecto de cajón” dijo, por ello, “estamos, ahorita, en un momento para discutir cómo podemos acelerar la producción para que a partir de 2023, en este año, podamos producir la primera vacuna 100 por ciento mexicana y brindar esa seguridad nacional al país”, agregó.
“Lo que creo que hace falta, en este momento, es construir el ecosistema de una forma donde se valore la inversión, que la producción sea vista como un valor al país.
«Porque salud pública es un tema de seguridad nacional. No es un tema simplemente salud. Va mucho más allá y para lograr esto necesitamos empezar a discutir, no precios, valores”.
Imagen portada: Jesús Quintanar | MILENIO