Beatriz Gutiérrez Müller camina agarrada del brazo de María Santiago de Villarreal, esposa del gobernador con quién plática muy entusiasmada sobre Tampico, el mandatario va por un costado escuchándolas y saludando a los asistentes al V Congreso De Investigadoras del SNI y de Iberoamérica; publica MILENIO.
La seguridad en el recinto es regular, al menos de manera visible, hay un par de elementos de Marina por la entrada principal del Centro de Convenciones y los escoltas que cuidan del mandatario estatal.
Parece que Gutiérrez Müller trata de tener una vida bastante convencional, aunque de manera constante en los anuncios que hacen por el micrófono recuerdan que se trata de la esposa del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.
Ella es investigadora, de las pocas que se dedican a las áreas de humanidades en México, su presencia en Tampico se debe a que tiene una participación en un foro magisteriales, donde compartió escenario con otras mujeres que como ella se dedican a la ciencia.
La temática de la ponencia es feminista en su mayoría, la crítica más fuerte hacia la disparidad que existe entre los hombres y las mujeres en la ciencia y en otros ámbitos de la vida social y laboral es la argentina Dora Beatriz Barrancos, investigadora, socióloga, historiadora, educadora y feminista.
Beatriz Gutiérrez Müller habla sobre maternidad y la disyuntiva que viven las mujeres cuando quieren realizarse de manera profesional y de que hay muchos investigadores de humanidades y ciencias sociales.
Cuando termina el protocolo oficial muchas de las presentes se acercan por una foto, ella parece experta en tomar selfies, pues a todas les quita el celular para captar una buena fotografía.
«Quítate los lentes», sugiere la primera dama del país, a una de las interesadas, «para que te veas mejor en la foto».
Luego platica con sus compañeras sobre el tema de los hijos, les cuenta que aunque esté ocupada trabajando siempre escucha un «mamá, mamá, necesito», otra profesora le contesta «crecen tan rápido».
Imagen portada: Yazmín Sánchez | MILENIO