Por José Jaime Ruiz
Nada prohíbe al secretario general de Gobierno, Javier Navarro Velasco, asumir con gobernador interino el 2 de diciembre. Si Arturo Salinas Garza resultó inelegible, Navarro Velasco es elegible. En este caso no estoy seguro que, como aseguraba Jesús Reyes Heroles, la forma sea el fondo.
Si bien los diputados locales fueron electos por los ciudadanos, en realidad no representan a los ciudadanos sino al PRIAN y a los dueños del PRIAN, ese poder fáctico dirigido por Rodrigo Medina de la Cruz, Francisco Cienfuegos, Zeferino Salgado y Adrián de la Garza, quienes pretendieron imponer a Arturo Salinas como su títere, y no se respetara la elección de Samuel Alejandro García Sepúlveda, su proyecto de gobierno y gabinete. El PRIAN quiere decidir quién será el gobernador interino en contra de la votación realizada por los nuevoleoneses.
Hay que repetirlo: Nuestro Congreso es una legislatura espuria y nada tiene de honorable. Atípico, nuestro Congreso es legal, pero carece de representatividad, por tanto, de legitimidad. La representatividad la convirtieron en representación, en farsa; el casting, su elenco, no sirve a sus electores sino a sus manipuladores, el priista Francisco Cienfuegos y el panista Zeferino Salgado.
Para Javier Navarro Velasco, su suspensión “está intocada y no tengo mayor problema para asumir el próximo 2 de diciembre (…) Esas resoluciones no tocan la suspensión y el juicio de amparo mío, es muy normal porque las controversias constitucionales están regidas por un Artículo de la Constitución, el 305, mientras que los juicios de amparo están fundados en el Artículo 307 de la Constitución, tutelan derechos distintos, mientras uno es un enfrentamiento o diferencia entre poderes, como el Legislativo y el Ejecutivo, el amparo no”.
“El amparo cuida el derecho de las personas en relación a los derechos humanos, en relación a las garantías individuales, bajo el principio de pro persona, es decir, que protege a la persona y no a las instituciones”.
El problema de fondo es de representatividad (no sólo es constitucional). El PRIAN, autocrático, atenta contra la democracia que eligió a Samuel García. En el fondo lo que está en juego es la democracia. En efecto, la minoría decidiendo por la mayoría.
