Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Claro que hay que romper las barreras, pero ¿con qué ariete?”
Rosa Chacel
De verdad pensé que me pasaría los seis años de las dos administraciones de Miguel Treviño como alcalde de San Pedro sin escribir una sola buena nota de su gestión, pero ya ve, las sorpresas aún existen y hoy el récord se rompió.
Debo ponerme de pie y aplaudir la inteligente idea de Miguel (por fin tuvo una) de invitar a Carlos Domínguez Ahedo como Secretario del Ayuntamiento, para el cierre de su gestión.
Ojalá, lo digo muy en serio, Treviño le permita a Carlos operar e intentar remediar algunos de los muchos males que provocó, principalmente en el trato a las personas, durante todos estos años.
Ojalá, también, que Carlos le aguante los desplantes y arranques al alcalde; que con la paciencia y prudencia que dan los años encuentre los caminos y formas para, sin forzar las cosas, conseguir sus propósitos.
Conozco bien a Domínguez Ahedo y puedo afirmar que es un hombre sensible, que sabe anteponer el bien por encima de las cosas y al que nunca le han gustado las injusticias. Es, está de sobra decirlo, un profesional capaz e inteligente, impuesto a trazarse metas y objetivos y, lo que es mejor aún, a cumplirlos.
Le deseo lo mejor al nuevo Secretario y le pido encarecidamente al alcalde que le escuche y atienda, que le respete y aprenda, que le valore, porque piezas de ajedrez fino como esas, no se consiguen en cualquier parte.