Por José Jaime Ruz
Más oscura que la noche en que asesinaron a Debanhi Escobar fue la declaración del vicefiscal Luis Enrique Orozco: “En esos videos de forma preliminar lo que se puede observar es a una persona con las características de Debanhi haber ingresado sola al inmueble, haber caminado en distintos momentos, por varios minutos en el interior y en la última imagen que se tiene se le observa caminar por un costado de una barda que es la contigua a donde se encuentran las fosas… Igual, no se observa alguna otra persona detrás de ella o a su lado”.
El vicefiscal carnal del PRIAN, ahora designado como gobernador interino de Nuevo León, quiso sepultar el asesinato de Debanhi como un solitario accidente, no lo logró. Ahora trata de enterrar la democracia de la mano de los líderes locales, Zeferino Salgado del PAN, Francisco Cienfuegos, el priista que perdió la alcaldía de Monterrey ante Luis Donaldo Colosio, y su ex jefe Adrián de la Garza, quien perdió la gubernatura frente a Samuel García.
El asunto es local porque desde la llegada de Samuel García a la gubernatura, el PRIAN trata de mantener sus prebendas, sus privilegios, el uso y abuso privado de las funciones públicas. El antecedente frustrado fue seleccionar al presidente del Tribunal de Justicia de Nuevo León, Arturo Salinas. El evento de la designación también es nacional por su carácter electoral, como lo señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador en la conferencia matutina: “Hay mucho encono, coraje, enojo, en contra de Samuel, porque los que apoyan a otra candidata, Claudio X. González, a él si lo puedo mencionar, y un sector del conservadurismo, se piensan dueños de la clase media.
“Se han querido apoderar de la clase media, como si los integrantes de la clase media fuesen borregos, y no es así, entonces, ellos, en su imaginación, creen que el movimiento de transformación cuenta con el pueblo raso, pero que ellos tienen a la clase media (…) Entonces, cuando surge una candidatura, también atractiva para la clase media, según este pensamiento, se inconforman, porque sienten que se meten a los terrenos que ellos piensan manejar de manera exclusiva, están totalmente equivocados”.
En la constricción contra Samuel García participan Alejandro Junco, Claudio X. González, Xóchitl Gálvez, Enrique Krauze, Marko Cortés y Alejandro Moreno, por mencionar a los más destacados personajes y su nado sincronizado.
Junco, el vocero de la olgarquía, a través de Reforma/El Norte: “Resisten ‘reventón’; policía será Interino”.
Xóchitl Gálvez: “La irresponsabilidad y la ambición política del gobernador tienen a Nuevo León en la ingobernabilidad. El ataque contra el Congreso de Nuevo León atenta contra el pueblo, la democracia y el orden constitucional. Señor gobernador: deje los caprichos personales y obedezca la ley. Deje las ambiciones y mejor haga bien su trabajo que para eso lo eligieron”.
Krauze, intelectual orgánico de conservadurismo: “Nuevo León no puede doblegarse ante este intento evidente de atropellar el orden jurídico”.
Como afirmó López Obrador: “…pues hay que esperar a ver en qué termina esto, no sé si se tenga que acudir también a instancias judiciales, y proceden amparos, recursos, o sea, hay que esperarnos, hay que esperarnos, pero si hay está confrontación”.
La derecha, sin embargo, no quiere esperar y a través de una columna publicada en El Norte de Junco, amenazan: “El meollo es que la elección de Orozco es una jugada de tres bandas para los prianistas, empezando porque, si el interfecto fuera boxeador, sería fajador, esto es, no le tiene miedo a entrar a tomar por asalto el Palacio de Cantera, en caso de ser necesario…”.
Samuel y Mariana Rodríguez se convirtieron en pocos días en la suma de todos los miedos de Claudio X. González, Xóchitl Gálvez, Alejandro Moreno y Marko Cortés; reventar esa candidatura fosfo-fosfo, su tarea urgente.
